Este actor no pasa desapercibido para nadie. Es atractivo, un derroche de energía y, además, tiene a sus espaldas una doble vida laboral, ya que además de dedicarse al mundo de la interpretación, es ingeniero industrial. Toda una joyita que ha tenido la suerte de “atrapar” la también actriz Lucía Jiménez, ya que el pasado mes de agosto se dieron el “sí quiero” en Segovia, por lo que pese a que estemos acostumbrados a verle en el papel de seductor y triunfador entre las mujeres, este chico ya está cogido.
Regresa a la pequeña pantalla tras el chasco de “MIR”, proyecto que asegura “me dejó un sabor agridulce”, para interpretar a Diego, un atractivo abogado que será el centro de las críticas femeninas al ser uno de los pocos hombres que aparecen en la serie “Estados Alterados Maitena”, basada en la tira cómica de la ilustradora argentina, Maitena Burundarena que, como este burgalés indica, “mete a veces unos ¡punch! a los hombres que nos deja valdados”.
Benito Sagredo desea “ser feliz plenamente como lo soy ahora”. Entre sus retos profesionales está volver a hacer al teatro y, sobre todo, sobre las tablas del María Guerrero. Pero, mientras tanto, podremos disfrutar viéndole en televisión cada sobremesa rodeado de mujeres y de un montón de situaciones cómicas que nos arrancarán más de una sonrisa.
– ¿Cómo te vas a ver en esta nueva serie?
– Pues como Diego que es un abogado socio de Julia, el personaje de María Adánez, del bufete Durán y Asociados. Es un tiburón porque le ha ido muy bien, es un hombre hombre, de éxito y que, por eso mismo, no se complica mucho. Tiene a todas las mujeres que suele querer, pero no es que sea ni un ligón, ni un faltón, ni que no aprecie al género femenino, él funciona con las mujeres, es muy sincero, ofrece lo que tiene a las mujeres, y gusta. Con Julia tiene un pasado, presente y futuro, porque estos sketches no tienen continuidad, la misma situación se repite en todos los capítulos por lo que una persona que se haya perdido uno puede ver el siguiente sin problema. La situación que se presenta es que hay una tensión sexual entre Julia y Diego, son compañeros de trabajo, se tienen que respetar y no bajan la guardia nunca en el despacho, pero cuando entramos en la intimidad de su casa saltan chispitas porque no queda otra solución, y esa va a ser una constante. Esas chispitas también están muy ligadas al amor y al sexo. Yo cuando era muy pequeño discutía con la chica que me gustaba, llamas así su atención, y aquí también pasa.
– ¿Y tú tienes algo de Diego?
– Creo que sí, la “castinista” lo vio de alguna manera. Pienso que siempre, por ahorrarse algo en el camino, intentan encontrar algo en la persona cuando quieren darle un papel para un serial donde va a tener que sostener un personaje y una situación durante mucho tiempo. No soy Diego, él es un personaje de ficción y yo lo estoy creando buscando lo que hay de Diego en mí, yo creo que todo el mundo esconde un seductor y un hombre de éxito, o una mujer, pero hay veces que ese color no se ve tanto porque se ven otros por encima, que son los que más nos gustan mostrar. Pero creo que es una cosa que es muy buena que se tenga porque por eso los chicos gustan a las chicas y demás y la vida es como es como es.
– La serie se basa en la tira cómica de Maitena, ¿tú ya la conocías de antes?
– Sí, sí, sí… Yo leía Maitena cuando venía en “El País Semanal” y me gustaba mucho leerlo para argumentar un poquito en contra y defenderme, porque Maitena mete a veces unos ¡punch! a los hombres que nos deja valdados. Me gusta mucho porque tiene una acidez o un punto de vista muy fino, entonces dice verdades y hace chistes de verdades, pero claro, hay veces que a uno no le gusta que se rían de su género. Yo recuerdo que en la universidad yo era bastante de cafetería y argumentaba y decía yo “me cachis en la mar en Maitena”. Antes de conocer este proyecto, yo ya conocía a Maitena y fue una de las cosas que más me atrajo de la serie.
– ¿Crees que la serie refleja realmente esos problemas entre hombres y mujeres?
– Uhmmmm… Es jorobado también coger el nombre de Maitena porque es un valor contrastado. No se puede equiparar el trabajo de nadie al de ella porque es más Maitena que nadie. Nosotros nos basamos en esas viñetas y todos los guiones que nos dan, cada capítulo está basado en cinco o seis sketches, y cada uno de ellos nos los dan a los actores acompañados por la viñeta en la que se han inspirado los guionistas para escribir y la situación tu la ves a través del dibujo de Maitena, pero nosotros hemos tomado, humildemente, inspiración en ella.
– La serie se llama “Estados Alterados Maitena”, ¿qué te altera a ti?
– A mi me altera mal la mentira, es lo que más me altera. Me alteran bien muchas cosas, porque soy un tío con nervio y, por ejemplo, me altero con el partido de fútbol que echo todos los sábados por la tarde con mis amiguetes y me puedo alterar mucho y bien… (Sonríe) También me puede alterar mucho, porque me viene la emoción en forma de alteración, un cuadro, y que me remueva mucho. Desde pequeñito de dar espavientos, no soy nada introvertido, más bien lo pongo para afuera y me altero. Pero mal, mal, que de verdad me mate, sería la injusticia, la mentira y los abusos de poder, con esto pierdo mucho los papeles, y los hay a todos los niveles, y yo lo paso muy mal…
– ¿Y contra qué injusticia te gustaría luchar en estos momentos?
– Creo que lo que más me gustaría combatir de esta sociedad, y vuelvo a lo de antes, es el abuso de poder institucional, desde el tío que hace las leyes para que le vengan bien a él, del que es más fuerte y pega al más débil, del hombre que maltrata o e la mujer que maltrata al hombre y lo manipula… Pienso que riéndose, y riéndose juntos viendo una comedia como esta sentados en el sofá un matrimonio, que en vez de ver discusiones en la televisión, que es otra oferta que hay y que, en otro momento dado, me contratan para hacerla y la haré con más o menos ganas, pero aquí estoy muy orgulloso y no se potencian las discusiones, sólo situaciones para darse codazos de “anda, mira como sois los tíos”, o las tías, pero con una clave de comedia y no de discusión de faltarse el respeto el uno al otro que, bueno, creo que es otra opción que yo no comparto.
– ¿Cómo te sientes entre tanta mujer?
– Yo al principio creía que me iba a crecer porque tengo cuatro hermanas, tengo muchas amigas, me gustan mucho las mujeres, pero cuando sean tantas tantas, uno se siente pequeñito porque, de repente, uno está frente a un batallón de mujeres que son demasiado…(Risas) Hay veces que no puedo ni hablar porque ellas son todas mujeres…
– Y ellas, ¿cómo te tratan?
– A mí me tratan muy bien. Siempre me habían dicho que si mis hermanas, por ser yo el único niño, iba a ser un mimado, pero algo hay, en el fondo a las mujeres les gustan los hombres mucho. Yo me siento muy bien querido, está ahí el pique normal que hay entre géneros, pero yo me siento muy bien.
– Regresas a la pequeña pantalla después del fiasco de “MIR”…
– Lo de “MIR” es una pena porque no entiendo qué es lo que ha pasado. Es una serie de calidad, estaba hecha con mucho mimo y con muchas ganas, actores buenísimos… He podido ver algunas de las cosas que no se han llegado a emitir y están extraordinarias, es una pena que haya cosas así y estén enlatados. A nivel de guión, de interpretación, de guión, técnico, de dirección…, pero la cosa es así y ahora mismo, en el prime time, la televisión está buscando su sitio y cada vez busca maneras de hacer ficción diferentes, además, ahora la gente con internet, con horarios diferentes… Y “MIR” ha sido una víctima de todo eso, no han sabido colocarla ni venderla cuando es una serie de calidad. El sabor que me dejó fue agridulce porque me quedé muy contento con mi trabajo y muy orgulloso de todo lo que me dio esa serie y de todo lo que di, incluso relaciones personales, amistades y demás, y agrio porque no se ha podido mostrar. Yo creo que el actor tiene algo de exhibicionista y cuando hace algo quiere mostrarlo y que se vea. Y cuando haces algo y se queda en una caja de un señor, guardada y enlatada, te da pena.
– Estuvimos hablando, con una de tus compañeras, Nuria Gago, y ella hablaba del maltrato que le habían dado a la serie con tanto cambio de horario, ¿crees que eso ha influido?
– No han sabido hacerlo. Yo no creo que haya una intención, pienso que es una de estas cosas que no se hacen bien o no se saben hacer, no se acierta, y fue una equivocación las medidas que se tomaron y lo ha pagado, sobre todo, el espectador potencial que lo podía haber disfrutado.
– ¿Tienes en estos momentos otros proyectos?
– Pues sigo en “Lalola”, está todavía Lalo por ahí merodeando, y bueno, algún proyectillo por ahí más, pero hoy estamos hablando de este… (Sonríe)
– Tanto en esta serie como en “Lalola” te hemos visto en el papel de seductor, triunfador con las mujeres…, pero desde el pasado agosto tú ya eres un hombre casado, ¿qué tal llevas la vida matrimonial?
– Pues no me gusta mucho hablar de mi vida personal y tengo que decir que estoy encantado, pero es que no me gusta hablar… Pero vamos, que es una opción personal en la que estuve bravo decidiéndolo todo…
– Y cuando no estás sumergido en el mundo de la interpretación, ¿a qué dedicas tu tiempo?
– Yo soy ingeniero industrial…(Sonríe)
– ¿Pero qué hace un ingeniero industrial aquí?
– Eso se pregunta mucha gente… (Risas) Hago cosas, de hecho tengo algún negocio en el norte de la provincia de Segovia he hecho unas casas y tengo mucho trabajo. Tengo a mis socios trabajando mucho cuando yo estoy en la televisión porque te tienes que dedicar full time, pero en esos períodos en los que estás “entre actuando”, yo creo que es muy sano que los actores cultiven más cosas. No hay que dejar de formarse, en la vida es muy importante. Y ahí yo vuelvo al ingeniero y al mundo de la gente que va a ver Maitena y ver cuando hay momento, como ahora el de la crisis, y como se vive de forma diferente en los distintos ámbitos de la sociedad. Está muy bien estar en contacto con el mundo empresarial, con el mundo de verdad, de los trabajadores, y está muy bien para el actor que cuenta el ir a la obra por la mañana.
– ¿Eras antes actor que ingeniero o al revés?
– Yo es que vengo del teatro universitario cuando estudiaba en la Carlos III. Hacía teatro de siempre, pero ese teatro que era un hobby se convirtió casi en una profesión y vino, como todo en la vida, según vas creciendo, vas madurando… Pero en verdad era todo hobby, porque bueno, yo estudiaba ingeniería y allí nos juntábamos estudiantes de todas las carreras. Me lo pasaba como un enano y me enganchó, y fíjate… (Risas)
– Pero últimamente te vemos más en cine y televisión que en teatro, ¿no?
– Sí, sí ,sí… Son rachas que tienen que ver con lo que antes me decías de que si Lalo es muy chuleras y esté también lo es, son rachas en las que al final el espectador tiene mucha cosas en la cabeza y ponerse a imaginar a uno que haga de chulo que haga también de antihéroe, pues le cuesta. Y eso pasa también con la televisión, cuando te empiezan a llamar, y de un trabajo te llaman para otro, te empieza a ir bien y dedicas tu tiempo a eso. A mi el teatro me apasiona y estoy loco por volver a las tablas. De hecho, no he dejado de pensar ni un solo día en cómo hacer, como cuadrarme para volver al teatro.
– ¿Temes un poco que te encasillen dentro de ese perfil de chuleras?
– Lo de encasillarse creo que es algo que asusta a todos los actores. Pero para encasillarme a mí, yo le diría a cualquier persona que es imposible porque no me consiguió encasillar ser ingeniero industrial y no me consiguió encasillar nada en la vida. Soy un tío que me muevo mucho y que hago bastantes cosas. Igual que esta racha última de chulitos, en “Yo soy la Juani” soy el dueño de un taller de tunning, en “La señora” hacía de un médico muy intelectual, muy torpe con las mujeres… Como actor no dejas de ser un tío que trabajas en base de lo que te ofrecen, de un guión, de un director…, yo lo hago encantado. Que me encasillen, lo veo muy difícil…
– ¿Qué papel te gustaría hacer?
– A mí me gustaría mucho investigar la sordidez de los violentos, de la gente metida en movidas complicadas y que tiene que ver mucho con la violencia, desde un preso a un ultra pasando por un loco con problemas de adicciones. Pero yo creo que eso son atractivos grandísimos con los que disfrutaría igual que estoy disfrutando haciendo de Diego.
– Dices que te encanta estar todo el día ocupado, ¿pero qué es lo que haces para desconectar?
– Correr, quiero prepararme la maratón de marzo de este año, el deporte en general, antes practicaba mucho la natación, estar con los amigos, jugar nuestros partidos los sábados…
– ¿Qué sueño profesional y personal te gustaría ver cumplido a corto plazo?
– Pues profesional me gustaría mucho actuar en el María Guerrero, es un sueño que tengo desde pequeño y que me encantaría y sé que lo voy a conseguir, porque los sueños hay que tenerlos para conseguirlos. Y bueno, tengo muchísimos sueños más pretenciosos en los profesional, como poder elegir lo que haces, que no es nada fácil en esta profesión. Y en lo personal, egoísta mío, porque personalmente sueño con cambiar el mundo y que las cosas sean mejores, ser plenamente feliz, como lo estoy siendo ahora, toda la vida.