Los asaltantes dispararon fuego de mortero contra la casa del jefe de Seguridad de Al Fatá, Rashid Abu Shbak, antes de proceder a su asalto y colocar varias bombas en su interior, explicaron las mismas fuentes.
Este ataque se produce después de un día sangriento en el que al menos 15 palestinos, ocho de ellos agentes de la Guardia Presidencial del presidente, Mahmud Abbas, murieran ayer en el paso comercial de Karni, además de provocar otros 17 heridos en los peores enfrentamientos librados entre las facciones rivales desde que el pasado febrero suscribieron un acuerdo en La Meca para formar un Gobierno de unidad nacional palestino.
Los choques retomados el miércoles incluyen el disparo de proyectiles de mortero contra la oficina de Al Fatá del presidente palestino, Mahmud Abbas, aunque nadie resultó herido en este ataque.
En el principal ataque, varios testigos informaron de que vieron un potente humo salir de la casa de Abu Shbak, en la que no se encontraba el alto dirigente de Al Fatá ni su familia, pero sí doce miembros de su equipo de guardaespaldas. Fuentes de Al Fatá indicaron que al menos uno de ellos, Abdulá Saadar, fue ejecutado por los asaltantes después de haberle herido.
Efectivos de las fuerzas de seguridad preventivas, que Abu Shbak solía liderar, fueron enviadas al lugar como refuerzos. Mientras, el portavoz de Al Fatá, Abdel Hakim Awad, señaló airadamente el liderato de Hamás en el ataque contra el domicilio de Abu Shbak.
«Todos (los miembros de Hamás) son asesinos de la cabeza a los pies, y todos están implicados», denunció Abdel Hakim Awad. «Lo que ha ocurrido es asesinar a sangre fría, y eso es criminal», añadió.
Además, aseguró que el domicilio de Shbak fue quemado y destruido y sus guardas ejecutados.