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La exposición Rostros Brigantium asume el reto científico de reconstruir el rostro de los primeros coruñeses
19-11-2008 08:51:38 El Ayuntamiento de A Coruña ha impulsado esta exposición, una experiencia casi única en Europa, que ha supuesto la aplicación de procedimientos técnicos forenses para realizar reconstrucciones faciales de personas que vivieron en la ciudad hace 1.600 años. El Ayuntamiento ha contado con la colaboración del IMELGA (Instituto de Medicina Legal de Galicia) y del Hospital de Verín, cuya Unidad de Antropología Forense realizó el estudio antropológico y forense de los esqueletos. La exposición «Rostros Brigantium», la segunda de las principales exposiciones que se celebran este año en la ciudad para celebrar su octavo centenario, sirve para rendir homenaje a todos los vecinos que en las diferentes épocas históricas vivieron en el territorio hoy ocupado por la ciudad de A Coruña. La muestra se podrá visitar todos los días en horario de 11 a 19.30 horas; el horario se ampliará hasta las 21.30 horas los viernes, sábados y víspera de festivo. El Ayuntamiento cumple el reto científico y cultural de intentar reconstruir el rostro de los cráneos más antiguos que se conservan de sus habitantes. Estos restos óseos corresponden a la época romana y son de personas que vivieron en la ciudad de Brigantium probablemente en los siglos IV-V d.C. Las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad sacaron a la luz, desde 1949 hasta la actualidad, diferentes tumbas y esqueletos de la necrópolis romana, sobre todo en el eje formado por la calle Real y Riego de Agua. Estudio antropológico de tres esqueletos Los avances en los métodos y técnicas forenses permiten en la actualidad lograr una aproximación facial al rostro de una persona a través del estudio de su cráneo y mandíbulas. Esta metodología, basada en la reconstrucción de las partes blandas de un craneo, está apoyada en numerosos estudios forenses que progresivamente fueron fijando los parámetros y modelos a aplicar. Teniendo en cuenta estas técnicas, el Ayuntamiento de A Coruña solicitó la colaboración del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA) para poder lograr una aproximación facial al rostro de tres esqueletos antiguos. Estos esqueletos estaban en las vitrinas y en los depósitos del Museo Arqueológico e Histórico «Castillo de San Antón», con número de registro MAC 4414, MAC 110 y MAC 108. Estas siglas se han mantenido en la exposición y son las que dan nombre a cada uno de los esqueletos y los rostros expuestos: el esqueleto llamado MAC 4414 se descubrió en 2004 en el número 34 de la calle Real por el arqueólogo Víctor Tomás Botella, mientras que los otros dos fueron descubiertos en 1949 por José María Luengo en la zona comprendida entre la calle Real nº 9 y Riego de Agua nº 60. Estos tres esqueletos se encontraban en perfectas condiciones, conservándose su craneo y mandíbulas, condiciones imprescindibles para poder lograr la aproximación facial. El estudio antropológico y forense de estos esqueletos fue realizado por el médico forense Fernando Serrulla Rech, de la Unidad de Antropología Forense del IMELGA en el Hospital de Verín. Este estudio permitió conocer sus características físicas así como algunas de las lesiones y enfermedades que padecieron. Como resultado de este trabajo se identificó a tres mujeres: una joven, de 18-20 años, y dos adultas de 20-25 años y de 35 años. Apoyándose en sus características antropológicas, se realizó el proceso de aproximación facial. Para ello, el médico forense Fernando Serrulla Rech, contando con la colaboración de la artista María Gómez González, aplicó las técnicas del método artístico modificado, según los criterios establecidos por distintos autores pertenecientes a la Internacional Association of Craneofacial Identification (entre los que destaca Caroline Wilkinson, autora de la reciente reconstrucción del rostro de Bach), método considerado más humano y realista que el computerizado. El proceso se inició con la realización de una primera aproximación facial planimétrica de cada cráneo. En los respectivos dibujos se señalaron los 52 puntos craneofaciales que sirven de referencia para la reconstrucción de las partes blandas del cráneo, indicando para cada uno de ellos el grosor en milímetros de los tejidos en ese punto, teniendo en cuenta las características antropológicas de cada esqueleto. Después se indicaron las líneas de posición de ojos, nariz y boca. Con estos datos, se realizó un esbozo artístico de la cara y del perfil derecho de cada cráneo, para tras sucesivos retoques, realizar un retrato frontal y de perfil. Digitalizar cada cráneo Posteriormente se realizó la aproximación facial escultórica. Para ello fue necesario digitalizar cada cráneo mediante una tomografía axial computerizada (TAC) realizada en el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital de Verín, por los doctores José Manuel Coello Gómez, María Cruz Galindo Vicente y Jorge Cañaveral Londoño. Estas tomografías sirvieron de base para conseguir una reproducción de los cráneos en prototipos de polirresina, métricamente exactos a los originales, proceso realizado por estereolitografía por la empresa Maxilaria Surgery de Madrid. Sobre el prototipo de polirresina se colocaron, en cada uno de los 52 puntos craneofaciales de referencia, pequeños tubos cilíndricos cortados con las medidas del grosor de las partes blandas en cada punto concreto. Sobre esa base, la artista María Gómez, siguiendo las indicaciones del forense Fernando Serrulla, empezó a rellenar y modelar con arcilla y pasta de modelar. Progresivamente se fueron reintegrando las partes blandas y colocando ojos, nariz y boca. Las prótesis oculares fueron elaboradas por el médico Andrés Laiseca y donadas por ProtesisLaiseca. Finalmente se pintó cara y peinado, colocando los bustos sobre un soporte de fibra. Conseguida la aproximación facial, los bustos de las tres mujeres se convirtieron en el eje fundamental de una exposición que pretende reflejar los principios científicos y los procedimientos sobre los que se apoya dicha aproximación facial, mostrar la información que nos dan los esqueletos sobre la vida de estas personas y también mostrar el contexto funerario en el que se enterraron dichos esqueletos. Siguiendo esos criterios, la exposición «ROSTROS. Brigantium» está dividida en las siguientes secciones: 1.- Facies. Aproximación facial al rostro de los antepasados Espacio informativo con imágenes y textos dedicado a los fundamentos, fases y resultados de la aproximación facial planimétrica y escultórica realizada en los cráneos de los esqueletos procedentes de la necrópolis romana de Brigantium. 2.- Ossa. La información antropológica de los esqueletos Espacio informativo con imágenes, dibujos y textos dedicado a mostrar los resultados del análisis de los restos óseos, determinando sexo, edad, talla, identidad racial, lesiones y enfermedades de los esqueletos de tres mujeres que vivieron probablemente en los siglos IV-V d.C. Algunos datos permiten considerar la hipótesis de que ellas o sus familias pudieran tener un origen mediterráneo. 3a.- Funus. Costumbres y rituales funerarios romanos Relatando las fases y ritos asociados a un enterramiento en la época del imperio romano, así como su evolución con el paso de la incineración a la inhumación. 3b.- Necrópolis. Las zonas funerarias de Brigantium Señalando las zonas de A Coruña donde las excavaciones arqueológicas van precisando las áreas de enterramiento de época romana, especialmente en el eje de la calle Real y de la calle Riego de Agua. También se mostrará una selección de imágenes de los principales hallazgos funerarios, realizados desde 1949 hasta la actualidad, relacionados con la necrópolis romana de Brigantium. 4.- Sepulcrum. Tumbas, placas y estelas funerarias de Brigantium. Espacio circular cerrado en el que se muestran en vitrinas una pequeña selección de 9 piezas procedentes del Museo Arqueológico de A Coruña y de la Real Academia Galega. Estas piezas reflejan los distintos tipos de hallazgos funerarios romanos descubiertos en las excavaciones realizadas en A Coruña, y está dividida en dos secciones, de acuerdo con el rito de enterramiento que se empleó: incineración o inhumación. Además de los tres esqueletos, objeto de estudio, se mostrarán los bustos con la aproximación facial. La selección de nueve piezas representa los nueve días de luto que se guardaban en la época romana. Entre las piezas exhibidas, destaca una «estela funeraria», es decir, una lápida que, según diversos estudios, corresponde a un «exactor Fortunatus» (funcionario recaudador de impuestos) que se la dedicó a sus esclavos y que fue encontrada en la calle Real.
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