Los Reyes de España terminaron su segunda visita de Estado a Japón llevándose una de las imágenes más impactantes de Kioto -antigua capital del imperio- el colorido de los jardines del palacio Sento en otoño. Arces y prunos de todos los ocres posibles, tilos de amarillo y los diversos verdes de las distintas variedades de las coníferas, junto a lagos rodeados de más de once mil piedras planas y ovales en una espléndida mañana de sol -en los cuatro días en Tokio el cielo estuvo siempre gris-, fue su despedida del imperio nipón.
Don Juan Carlos y Doña Sofía entraron por la puerta reservada a los emperadores y jefes de Estado, llamada Okuruma-yose, y pasearon por los caminos del jardín hasta llegar a la casa de té, donde tomaron la tradicional bebida japonesa.
Los Reyes de España en el Jardín Imperial de Kyoto
Antes de emprender el camino hacia el aeropuerto para regresar a España fueron al museo Miyako Messe, donde se muestran todas las artes tradicionales de Japón; desde la fabricación de telas para kimonos -algunos tienen hasta doce capas de tejido- hasta un damasquinado muy similar al que realizan en Toledo.
Esta visita, que se inició el pasado domingo, ha permitido estrechar aún más las relaciones entre dos países amigos, no sólo en lo político, sino también en lo económico y en lo cultural.
Don Juan Carlos presidió la clausura de un Foro económico en el que estuvieron más de 400 hombres de negocios japoneses y representantes de 40 empresas españolas, con el objetivo de incrementar los intercambios bilaterales y ver las vías para realizar inversiones conjuntas en terceros países.
Don Juan Carlos ofreció España como plataforma para que los japoneses puedan acceder a los mercados de Iberoamérica, Europa y norte de África.
Los Emperadores Akihito y Michiko estuvieron pendientes de sus invitados en todo momento. Se reunieron en distintas ocasiones con Don Juan Carlos y Doña Sofía, quienes también se encontraron con el primer ministro, Taro Aso, con el que hablaron de cuestiones como la crisis financiera internacional o las relaciones bilaterales e internacionales.
La familia imperial, que ya hizo una excepción al invitar a los Reyes a una segunda visita -estuvieron por primera vez en 1980- cuando normalmente sólo lo hace una vez con cada jefe de Estado, ha tenido múltiples gestos con Don Juan Carlos y Doña Sofía.