Joan miro obras mas importantes

Arte moderno

Joan Miró fue un artista catalán español del siglo XX de renombre internacional que fue uno de los primeros pintores involucrados en el movimiento artístico del surrealismo. Su obra también se considera precursora del expresionismo abstracto, lo que le convierte en una parte esencial de los dos movimientos artísticos más dominantes del siglo XX. Aquí están los 10 cuadros más famosos de Joan Miró, incluyendo obras maestras de renombre como Azul II, Peinture, La granja y Paisaje catalán.

Vincent Nubiola era un profesor de agricultura en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona al que Miró conoció mientras estudiaba arte del natural en el Cercle Artístic de Sant Lluc de Barcelona. Este retrato de Nubiola se considera la mejor obra de retrato de Miró y la mayor obra maestra de su primera época, cuando experimentó con una mezcla de cubismo y fauvismo. Adquirido durante un tiempo por Pablo Picasso, el retrato reside ahora en la colección del Museo Folkwang de Essen (Alemania).

Joan Miró siempre estuvo vinculado al mundo rural y la influencia de los paisajes campestres puede verse en varias de sus obras. Este cuadro es una representación abstracta del paisaje de la tierra catalana de Miró. El campo labrado se aleja radicalmente de las obras anteriores de Miró y, junto con el Paisaje catalán, es su primera obra importante clasificada como surrealista. El campo cultivado, una compleja disposición de objetos y figuras, es una de las primeras obras maestras surrealistas de Miró.

  El tiempo en la puebla cazalla

Galería mayoral

Intentar comprender a Miró y su obra pasa inevitablemente por mirar sus primeros años. Sus raíces, tanto geográficas como emocionales, nos llevan a la tierra de Cataluña. Aquí, las montañas rojas de Mont-Roig fueron una de las mayores fuentes de inspiración del pintor.

Cuando Miró contrajo el tifus a los 18 años, su familia lo envió a convalecer al Baix Camp. Durante el año que pasó allí, descubrió la belleza de Cataluña, sus inmensos campos, sus tierras aradas y sus impresionantes puestas de sol.  Fue un punto de inflexión en su vida.  El artista pasó muchos veranos en la granja familiar, rodeado de almendros, palmeras y algarrobos, que le proporcionaron un entorno natural profundamente inspirador e influyente. Al describir el lugar, escribió: “Mont-Roig es el choque preliminar y primitivo al que siempre regreso”.

Aunque Miró tocó el surrealismo, no fue un surrealista como tal, y se necesitan varias claves para entender su estilo, ya que el artista inventó su propio vocabulario, símbolos y técnica de escritura. Su obra era casi indescifrable, y a menudo se le apodaba el “maestro de lo extraño”. La obra de Miró atraviesa varios estilos, desde el clásico al extraño, pasando por el figurativo y la deconstrucción total. Era un mundo en sí mismo, como muchos otros grandes maestros de la pintura.

Joan miro cuadros famosos

“Nunca, nunca me pongo a trabajar en un lienzo en el estado en que viene de la tienda. Provoco accidentes: una forma, una mancha de color. Cualquier accidente es bueno. Dejo que la materia decida. Luego preparo el fondo, por ejemplo, pasando los pinceles por el lienzo. Dejar caer unas gotas de aguarrás sobre él serviría igualmente. Si quiero hacer un dibujo, arrugo la hoja de papel o la mojo; el agua que fluye traza una línea y esta línea puede sugerir lo que viene después”. 2 de 9

  La familia real antonio lopez

“¿Cómo se puede decir que, dado que todos los signos que transcribo sobre el lienzo corresponden a algo concreto, cómo se puede decir que respaldan un fundamento en la realidad, no forman parte del mundo real?” 3 de 9

“Para mí, un cuadro debe ser como chispas. Debe deslumbrar como la belleza de una mujer o de un poema. Debe tener resplandor; debe ser como esas piedras que los pastores pirenaicos utilizan para encender sus pipas.” 4 de 9

“En cuanto a mis medios de expresión, me esfuerzo por conseguir el máximo de claridad, potencia y agresividad plástica; una sensación física para empezar, seguida de un impacto en la psique.” 6 de 9

Tristán tzara

Un juego caleidoscópico de infinitas posibilidades”, así describió el escritor francés Michel Leiris el arte creado por su amigo Joan Miró. Si el artista español es recordado principalmente como pintor, cabe señalar que su curiosidad artística no se satisfizo únicamente con el óleo sobre lienzo. A lo largo de siete décadas de carrera, también trabajó en escultura, cerámica, tapices y, sobre todo, en grabados.

  La muerte del conde de orgaz

Al igual que Pablo Picasso, su compatriota y colega, Miró tenía un compromiso inquebrantable con el grabado. Al igual que Picasso, creó más de 2.000 obras en este medio. A menudo se dice que la afición de Miró por las líneas caligráficas -un rasgo tan distintivo de sus pinturas- se prestaba de forma natural a la obra gráfica.

El enfoque de Miró a la hora de hacer grabados era lúdicamente improvisado”, explica el especialista. Recortaba las pruebas y reorganizaba los elementos, juntando las piezas en nuevos patrones, añadiendo manchas de color con crayón o marcas de glifos con tinta china, y escribiendo extensas instrucciones a su impresor. Era un proceso de búsqueda de la imagen a través de la experimentación, que abarcaba el accidente, pero también era controlado y metódico”.