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Pino pinaster ficha tecnica
Pinus pinaster vs. pinus radiata
Esta investigación pretende mejorar nuestra comprensión de los efectos de los incendios forestales sobre P. pinaster, con especial atención a las estrategias y mecanismos que esta especie es capaz de adoptar para afrontar el paso del fuego.
Pretendemos, no sólo, verificar la relación entre la severidad del fuego y las respuestas ecofisiológicas de P. pinaster, sino también entender la posibilidad de su supervivencia a corto y largo plazo. Nuestra hipótesis es que existe una estrecha relación entre la severidad del fuego, en particular la quemadura de la copa, y los daños en el árbol a corto plazo, con la defoliación de las acículas desencadenando la reducción del crecimiento y la disminución de la actividad fotosintética. Además, nuestra hipótesis es que los isótopos estables pueden ayudar a evaluar los procesos ecofisiológicos activados por el fuego y pueden contribuir a determinar la posible supervivencia de las especies. En particular, el isótopo estable del carbono puede ser considerado como un proxy de los cambios en los procesos de intercambio de gases y puede ser utilizado para estimar la relación entre la actividad fotosintética (A) y la conductancia estomática (gs) (Farquhar et al., 1982). Mientras que δ18O puede ayudar a dilucidar el efecto independiente de A y gs en δ13C (Scheidegger et al., 2000). De hecho, una alta severidad del fuego puede dañar la copa, reduciendo la superficie de las hojas y alterando la tasa y eficiencia fotosintética de la planta (Beghin et al., 2011).
Suplemento de pinus pinaster
Árbol de gran tamaño, que en su área de distribución nativa, principalmente en las zonas costeras, crece en suelos secos y arenosos, excepto en Marruecos, donde el árbol se da hasta los 2.000 m de altura en las montañas. A lo largo de los siglos ha sido…
Árbol de gran tamaño que, en su área de distribución nativa, principalmente en las zonas costeras, crece en suelos secos y arenosos, excepto en Marruecos, donde el árbol alcanza los 2.000 m de altura en las montañas. A lo largo de los siglos se ha utilizado ampliamente para reforzar las dunas y para la producción de trementina. Por ello, el árbol también se encuentra en estado silvestre en otros lugares, incluida Sudáfrica. El pino pinaster tiene una copa redondeada que luego se convierte en abanico. La corteza madura es de color marrón rojizo con surcos más oscuros y profundos. Las agujas rígidas son relativamente largas y de color verde brillante. Tienen rayas estomáticas en todos los lados. Los conos delgados son inicialmente de color marrón púrpura y se vuelven de color marrón claro al madurar. Su sensibilidad a las heladas hace que este pino no sea apto para su uso a gran escala en el noroeste de Europa, aunque es adecuado para patios y grandes atrios. Tolera muy bien el viento marino y no es sensible a la contaminación atmosférica.
Pinus pinaster comestible
El pino marítimo (Pinus pinaster) es una conífera de crecimiento rápido y tamaño medio originaria del Mediterráneo occidental. Se ha cultivado y ahora se encuentra de forma natural en otras partes del centro y sur de Europa y en el norte de África.
La madera se utiliza para construcciones, muebles y postes, mientras que su resina se aprovecha para fabricar colofonia y trementina. Otros usos son la estabilización de dunas y taludes, como cinturones de protección cerca de las zonas costeras y para la producción de sustratos para viveros.
Este árbol exigente con la luz incluye varias subespecies diferentes con una gran diversidad genética y se encuentra en una amplia gama ecológica. Originalmente, el árbol crecía en regiones cálidas y húmedas pero, como resultado de muchos años de cultivo y adaptación fuera de su área de distribución natural, ahora es capaz de tolerar diversas condiciones, como las heladas, la sequía estival y los suelos calcáreos y pobres. Crece en altitudes comprendidas entre el nivel del mar y los 2.000 m en masas puras o mixtas. El pino marítimo se considera invasor en el hemisferio sur.
Pinus pinaster vs pinus maritima
IntroducciónEn los escenarios de cambio global, el futuro de muchas especies de plantas, y especialmente su capacidad de adaptación, es un tema de gran preocupación. Un efecto indirecto de estos escenarios de cambio de las condiciones climáticas y de un comercio cada vez más globalizado sobre la salud de las plantas es la introducción acelerada de nuevos patógenos y plagas competitivos e invasivos [1]. Muchos estudios han abordado cómo el cambio climático afectará a la adaptabilidad y al rango de distribución de las especies vegetales y a la distribución potencial de las especies invasoras [2], [3], pero no muchos han abordado cómo las plagas y enfermedades emergentes afectarán a la adaptabilidad y al rango de distribución de sus especies hospedadoras.
En los ecosistemas mediterráneos, los patógenos forestales exóticos que afectan a las especies arbóreas son numerosos [16]. Uno de ellos es Fusarium circinatum Nirenberg y O′Donnel, que causa la enfermedad del cancro de la brea en las especies de pinos. Este patógeno, probablemente nativo de México [17], [18], adquirió primero importancia en el sureste de Estados Unidos sobre los pinos de corte y los pinos taeda (Pinus elliottii y P. taeda, respectivamente), y luego se extendió al pino de Monterrey (P. radiata D. Don) en California en 1986 [18], primero exclusivamente en plantaciones, pero actualmente también en rodales nativos [19]. Hoy en día la enfermedad del cancro de la brea se considera una de las enfermedades más importantes del pino en todo el mundo [20].