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Estatuas de la ciudad de mexico
La sirenita
Es el parque más antiguo de la Ciudad de México y debe su nombre a los álamos que se plantaron en él, ahora sustituidos por sauces y fresnos. Para resaltar la belleza de la ciudad y crear un espacio destinado exclusivamente al paseo, su trazado se enriqueció con esculturas, fuentes y monumentos. Tras una larga remodelación, el parque fue reabierto a finales de 2012 y puede volver a ser disfrutado por los peatones. Fuente: www.zonaturistica.com
Esta importante basílica de Ciudad de México se llama oficialmente Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe. Este santuario está dedicado íntegramente a la Virgen María de Guadalupe (alusión mística a los dones, apariciones o atributos de la Virgen María), lo que lo convierte en un lugar importante en la cristiandad. La basílica es visitada por más de 12 millones de peregrinos al año. Por ello, la basílica está considerada como la segunda iglesia más visitada del mundo después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Fuente: turismo.org
Este palacio se encuentra en lo alto de la colina del Bosque de Chapultepec. Se construyó en la época colonial española con fines religiosos hasta que Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota se instalaron en él. Luego se convirtió en la sede de la Academia Militar durante la invasión americana. Con el tiempo se transformó en la residencia oficial del presidente de México, y ahora alberga el Museo Nacional de Historia.
Monumento a colón
El nuevo monumento pretende hacer “justicia social” al papel histórico de las mujeres en México, en particular de las indígenas, dijo la alcaldesa Claudia Sheinbaum en un acto celebrado el domingo en la capital mexicana con motivo del Día Internacional de la Mujer Indígena.
La medida se produce en un contexto de presión mundial para retirar las estatuas y monumentos de figuras históricas implicadas en el colonialismo y otros abusos, como la esclavitud. En los últimos años, estos monumentos han sido derribados por manifestantes o retirados por las autoridades locales en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, entre otros lugares.
La estatua de Colón de Ciudad de México, donada a la ciudad hace muchos años, era un importante punto de referencia en el bulevar de 10 carriles a lo largo del cual se encuentra, y la rotonda que la rodea lleva su nombre.
Se retiró el año pasado para restaurarla poco antes del 12 de octubre, que los estadounidenses conocen como el Día de la Raza pero los mexicanos llaman “Día de la Raza”, el aniversario de la llegada de Colón a las Américas en 1492.
Monumento a los arrecifes de coral
La Ciudad de México ha retirado una estatua de Cristóbal Colón de 150 años de antigüedad que se encontraba en una concurrida rotonda del Paseo de la Reforma. En una conferencia de prensa el domingo, día en que se celebraba el Día Internacional de la Mujer Indígena, la alcaldesa Claudia Sheinbaum anunció que una mujer indígena sustituirá a Colón. “Se lo debemos a ellas. Existimos gracias a ellos”, dijo Sheinbaum. “Es la historia de nuestro país y de nuestra patria”, añadió.
La escultura de Colón, que había sido objeto de vandalismo en el pasado, se retiró por primera vez el pasado mes de octubre con el pretexto de que se sometería a una limpieza rutinaria. En su lugar, la estatua será trasladada permanentemente a una plaza en el lujoso barrio de Polanco. Por su parte, el nuevo monumento de Reforma se levantará el 12 de octubre, día en que se celebra el Día de la Raza, que recuerda la turbulenta historia de Colón y las múltiples identidades culturales de México.
La noticia sigue una tendencia que se puede sentir en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos. Durante la protesta de George Floyd, muchas estatuas de Colón fueron derribadas en un intento de exigir una reevaluación de la historia, en particular de los crímenes de Colón, que entre ellos, incluyeron su participación en la trata de esclavos en el Atlántico y el genocidio de los indios americanos.
Torres de satélite
Los gritos de independencia se escucharon en todo México a medianoche para conmemorar el Día de la Independencia el 16 de septiembre. Los gritos recrean la rebelión asociada a Miguel Hidalgo, un sacerdote blanco español que lideró a los campesinos indígenas contra el dominio español. Todas las estatuas erigidas en su memoria, al igual que su grito, no han servido para romper las cadenas de la turbulenta historia de este país. Un ejemplo: al mismo tiempo que se celebraba la fiesta con gritos, también se oían voces acaloradas que debían debatir la controvertida decisión de Ciudad de México de sustituir a otra figura histórica: Cristóbal Colón.
El gobierno de la ciudad retiró una estatua de Colón en el Paseo de la Reforma el año pasado y anunció hace un par de meses que planeaba sustituir a Colón por una estatua del artista Pedro Reyes. La obra propuesta, rechazada tras numerosas críticas, representaba la cabeza estilizada de una mujer indígena. Se iba a titular Tlalli, que significa “Tierra” en náhuatl. Esta noticia se produjo una semana después de que Richmond, VA, la antigua capital de la Confederación, retirara su controvertida estatua de Robert E. Lee. Así que es natural que nosotros, los gringos, con nuestros pedestales recién pelados, tomemos nota de los problemas a los que se enfrentan nuestros vecinos del sur cuando intentan sustituir un icono desechado.