Contenidos
- Grupos yihadistas en el mundo
- Miles de personas huyen de sus casas tras las amenazas de los grupos yihadistas
- Aisha ahmad: jihad and company: la financiación del mercado negro
- El colapso de afganistán y las implicaciones para el yihadismo global
- Gravitas: ¿es áfrica el próximo campo de batalla yihadista?
- Post Relacionados:
Grupos yihadistas en el mundo
Miles de personas huyen de sus casas tras las amenazas de los grupos yihadistas
Esta página web ha sido preparada sólo como referencia. Los usuarios deben consultar las leyes aprobadas por el Parlamento, que se publican en el servicio “Assented to” Acts, Parte III de la Canada Gazette y los Statutes of Canada anuales. Los usuarios también deben consultar los reglamentos, registrados por el Secretario del Consejo Privado y publicados en la Parte II de la Gaceta de Canadá, disponible en la mayoría de las bibliotecas públicas.
Varias de las entidades enumeradas se conocen con diferentes nombres. Asimismo, algunas grafías de los nombres pueden diferir. Haga clic en el nombre para obtener una descripción de la entidad, todos los nombres y grafías diferentes, y la fecha en que la entidad fue añadida a la lista.
También conocido como Las Brigadas Abdullah Azzam; las Brigadas de Abdullah Azzam; las Brigadas del Mártir Abdullah Azzam; los Batallones Ziyad al-Jarrah; el Batallón Ziad al-Jarrah; los Batallones Yusuf al-‘Uyayri; el Batallón Yusuf al-Ayiri; el Batallón del Jeque Yusuf al-‘Ayiri; y las Brigadas Marwan Hadid.
DescripciónEl AAB es un grupo militante afiliado a Al Qaeda que sigue la ideología salafista. El grupo es una red fluida organizada en una serie de batallones regionales, incluidos los Batallones Ziyad al-Jarrah, con sede en el Líbano. El AAB ha reivindicado la responsabilidad de varios ataques con cohetes en el norte de Israel y también ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de llevar a cabo ataques contra objetivos occidentales en Oriente Medio. Desde el inicio de las protestas en Siria, los comunicados de la AAB han apoyado el derrocamiento del régimen. En 2014, el AAB reivindicó la responsabilidad conjunta con Jabhat al-Nusra por los ataques con cohetes en Hermel, Líbano. También reivindicó la autoría de dos atentados suicidas cerca del centro cultural iraní de Beirut (Líbano) en febrero de 2014.
Aisha ahmad: jihad and company: la financiación del mercado negro
Una entrevista con Ali Soufan, ex agente especial del FBI que dirigió investigaciones en casos de terrorismo internacional, como los atentados a las embajadas de África Oriental, el ataque al USS Cole y los sucesos que rodearon el 11-S.
Ali Soufan es un antiguo agente especial del FBI que dirigió investigaciones sobre casos de terrorismo internacional, como los atentados contra la embajada de África Oriental, el ataque al USS Cole y los sucesos que rodearon el 11-S. Es el presidente y director general de The Soufan Group y fundador del Soufan Center.
En 2001, Estados Unidos invadió Afganistán en respuesta a los atentados del 11-S. Sus objetivos eran destruir a Al Qaeda y evitar que Afganistán sirviera de refugio a los terroristas. En los 20 años transcurridos desde 2001, la Guerra Global contra el Terrorismo ha dado lugar a varias victorias tácticas contra el yihadismo.
La mayor parte de la cúpula operativa de Al Qaeda, incluido Osama bin Laden, está muerta o en la cárcel. La mayor parte del territorio capturado por el llamado Estado Islámico (ISIS) ha sido recuperado. Su “califato” ha sido derrotado en sentido físico.
El colapso de afganistán y las implicaciones para el yihadismo global
El gran número de combatientes extranjeros que se unen al ISIS recuerda al flujo de voluntarios que se unieron a la yihad afgana contra la ocupación soviética en la década de 1980. En aquella época, muchos jóvenes musulmanes del sudeste asiático viajaron a Pakistán para apoyar a los muyahidines afganos. Algunos de ellos regresaron a sus países de origen para fundar grupos extremistas, sobre todo la Jemaah Islamiyah.
A partir de principios y mediados de la década de 1990, la red terrorista Al Qaeda extendió su alcance al sudeste asiático, creando células locales para apoyar sus operaciones globales y fomentando la cooperación entre los grupos islámicos radicales autóctonos. En la década siguiente se descubrió toda la extensión de la red terrorista de la región con amplios vínculos con Al Qaeda.
Sin embargo, con el paso del tiempo se produjo un descenso constante de la violencia extremista y un debilitamiento de las redes yihadistas en el Sudeste Asiático, debido a una combinación de factores, entre ellos una mayor vigilancia y una aplicación eficaz de la ley. Sin embargo, la ideología yihadista siguió teniendo una amplia difusión, especialmente en Indonesia. E incluso cuando las capacidades de algunos grupos extremistas como Abu Sayyaf en Filipinas y Jemaah Islamiyah (JI) se degradaron y/o se desgarraron por el faccionalismo, aparecieron nuevos grupos. Aparece el ISIS…
Gravitas: ¿es áfrica el próximo campo de batalla yihadista?
En los últimos años, el Estado Islámico ha intensificado sus operaciones en África Occidental, reforzando rápidamente su presencia a través de sus filiales regionales: Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP) y Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS). África Occidental es especialmente vulnerable al extremismo y ofrece un terreno fértil para la expansión de los grupos yihadistas, dada la combinación de instituciones de gobierno débiles, capacidad estatal limitada, corrupción, pobreza generalizada y tensiones étnicas. A medida que el Estado Islámico se ha ido expandiendo, ha entrado en conflicto con otros actores yihadistas, especialmente con el grupo Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM) de Al Qaeda, convirtiendo la región en un campo de batalla para una feroz contienda entre grupos extremistas que compiten entre sí y se esfuerzan por afirmar su dominio.
El hecho de que la región del Sahel se convierta en el último escenario de las luchas internas de los yihadistas tiene graves consecuencias, no sólo para las operaciones de los yihadistas contra las tropas locales y extranjeras, sino, sobre todo, para la población civil local. En las zonas desatendidas del Sahel, con una presencia gubernamental débil o inexistente y unos servicios públicos débiles, grupos como el ISGS y el JNIM se ofrecen como una fuerte alternativa al Estado, proporcionando a los electores locales bienes y servicios esenciales.