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Nuevas elecciones en bolivia 2020
resultados de las elecciones presidenciales en bolivia
El 20 de octubre de 2019 se celebraron elecciones generales en Bolivia. Los votantes eligieron a los 130 miembros de la Cámara de Diputados y a los 36 senadores y votaron por una lista conjunta de presidente y vicepresidente.
La Constitución boliviana permite que el presidente y el vicepresidente se presenten a la reelección una sola vez, limitando el número de mandatos a dos, y las elecciones se celebraron después de que en 2016 se rechazara un referéndum para modificar la Constitución, pero que la Corte Suprema de Justicia dictaminara que todos los cargos públicos no tendrían límite de mandatos a pesar de lo establecido en la Constitución y permitiera a Morales presentarse a un cuarto mandato[1].
Las disputas sobre la transparencia y la legitimidad de las elecciones provocaron semanas de protestas generalizadas en Bolivia después de que el presidente en funciones, Evo Morales, fuera declarado ganador con el 47,08% de los votos; al tener un margen superior a diez puntos sobre su competidor más cercano, Carlos Mesa, esto fue suficiente para que Morales fuera anunciado como ganador sin necesidad de una segunda vuelta[2][3].
resultados en directo de las elecciones bolivianas
Debido al tamaño y alcance limitados del equipo de expertos electorales, que no incluyó observadores de largo o corto plazo, no pudo observar la campaña ni realizar una observación de primera mano de los procesos de votación y recuento, y por lo tanto no proporcionó una evaluación del proceso electoral en general».
El Centro Carter también colaboró con Chequea Bolivia para analizar la desinformación en línea dirigida al proceso electoral y monitoreó la publicidad política en las redes sociales durante los tres meses previos al día de las elecciones. El análisis del Centro observó un uso limitado de la publicidad política pagada en las redes sociales y, por el contrario, una proliferación de la desinformación dirigida a erosionar la reputación de los candidatos y del tribunal electoral.
Luchando por la paz. Combatiendo la enfermedad. El Centro Carter, una organización no gubernamental sin ánimo de lucro, ha contribuido a mejorar la vida de las personas en más de 80 países mediante la resolución de conflictos, la promoción de la democracia, los derechos humanos y las oportunidades económicas, la prevención de enfermedades y la mejora de la atención a la salud mental. El Centro Carter fue fundado en 1982 por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter y la ex primera dama Rosalynn Carter, en colaboración con la Universidad de Emory, para promover la paz y la salud en todo el mundo.
elecciones en chile
La elección especial de Bolivia se complica cada vez más. El país andino acaparó la atención de los medios de comunicación a raíz de las controvertidas elecciones presidenciales en las que el actual presidente Evo Morales se proclamó vencedor tras un recuento de votos congelado durante casi 24 horas. En medio de la preocupación por el fraude electoral, estallaron protestas en todo el país. Después de que una auditoría electoral preliminar de la Organización de Estados Americanos (OEA) encontrara evidencia de irregularidades y manipulación en la votación, junto con la creciente presión pública y el malestar, Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera renunciaron el 10 de noviembre de 2019 después de que el jefe de los militares de Bolivia pidiera sus renuncias.
Morales no puede presentarse a las elecciones presidenciales extraordinarias, pero eligió a Arce como su sustituto para la candidatura del Movimiento al Socialismo (MAS). Arce fue ministro de Economía durante la mayor parte de los casi 14 años de gobierno de Morales, y se alejó del cargo sólo un año para tratar una enfermedad. Se le atribuye el mérito de haber conducido a Bolivia a través de su auge económico, en el que el país andino promedió un crecimiento del PIB del 4,9 por ciento anual entre 2006 y 2018, y de ser el arquitecto de las políticas económicas de Morales.
bolivia presidente 2021
En los últimos meses de 2019, una serie inesperada de acontecimientos desató la tormenta perfecta en Bolivia. Tras unas impugnadas elecciones y protestas masivas, el presidente Evo Morales -que llevaba casi 14 años en el cargo- vio truncadas sus esperanzas de un cuarto mandato. Morales, un controvertido líder de izquierdas y primer presidente indígena de Bolivia, huyó del país, y un gobierno interino ha dirigido La Paz desde entonces.
El malestar político en Bolivia llegó a su punto álgido el año pasado cuando Morales, el presidente contemporáneo más longevo de Sudamérica, se enfrentó a numerosas acusaciones de fraude electoral tras ser declarado ganador de las elecciones presidenciales. La presión pública y las protestas ciudadanas a gran escala se sucedieron, y el gobierno de Morales hizo que la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que soy representante permanente, realizara una auditoría vinculante de los resultados. El 10 de noviembre, el mismo día en que la OEA hizo público su informe en el que se señalaban graves irregularidades y manipulaciones, Morales dimitió. Aunque Morales y otros políticos de izquierda de todo el mundo han denunciado desde entonces su caída en desgracia -y el papel de la OEA en ella- como un golpe de estado, está claro que su desaparición fue obra suya.