Miembros del tribunal de cuentas

empleos en el tribunal de cuentas europeo

La función principal del Tribunal de Cuentas es comprobar que los fondos de la UE se contabilizan correctamente, se recaudan y se gastan de acuerdo con las normas y reglamentos pertinentes. Así, el Tribunal de Cuentas permite que el sistema de la UE funcione de forma eficiente y transparente.

Para ello, el Tribunal de Cuentas comprueba la documentación de todas las personas que manejan cualquier ingreso o gasto de la UE y realiza controles aleatorios. El Tribunal de Cuentas está obligado a comunicar en sus informes cualquier problema a los Estados miembros e instituciones de la UE.

Una de las principales funciones del Tribunal de Cuentas es presentar cada año al Parlamento y al Consejo los informes de auditoría del año anterior. El Parlamento decide si aprueba el presupuesto de la Comisión tras examinar el informe del Tribunal de Cuentas. Si el Tribunal de Cuentas considera que la ejecución es satisfactoria, envía un informe al Consejo y al Parlamento en el que menciona que los fondos de los contribuyentes europeos se han utilizado correctamente. Por último, el Tribunal de Cuentas también examina las propuestas sobre la legislación financiera de la UE y las acciones anticorrupción de la UE.

wikipedia

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) (en francés: Cour des comptes européenne) es una de las siete instituciones de la Unión Europea (UE)[1]. Se creó en 1975 en Luxemburgo para mejorar la gestión financiera de la UE.

El TCE fue creado por el Tratado Presupuestario de 1975 y se estableció formalmente el 18 de octubre de 1977, celebrando su primera sesión una semana después. En aquel momento el TCE no era una institución formal; era un organismo externo destinado a auditar las finanzas de las Comunidades Europeas. Sustituyó a dos organismos de auditoría distintos, uno que se ocupaba de las finanzas de la Comunidad Económica Europea y de Euratom, y otro que se ocupaba de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero[2].

En esta función, el TCE tiene que seguir siendo independiente y, al mismo tiempo, estar en contacto con las demás instituciones; por ejemplo, una función clave es la presentación del informe anual del TCE al Parlamento Europeo. El Parlamento se basa en este informe para decidir si aprueba o no la gestión presupuestaria de la Comisión Europea para ese año[4]. El Parlamento se negó a hacerlo en 1984 y 1999, en este último caso forzando la dimisión de la Comisión Santer[7]. El TCE, si está satisfecho, también envía garantías al Consejo y al Parlamento de que el dinero de los contribuyentes se utiliza correctamente[4], y el TCE debe ser consultado antes de la adopción de cualquier legislación con implicaciones financieras, pero su opinión nunca es vinculante[8].

presidente del tribunal de cuentas europeo

Los miembros del Tribunal son nombrados por el Consejo, previa consulta al Parlamento Europeo, tras la designación de sus respectivos Estados miembros. Los miembros son nombrados por un período renovable de seis años. Están obligados a ejercer sus funciones con total independencia y en interés general de la Unión Europea. Además de formar parte del colegio, tomando las decisiones finales sobre las auditorías y los dictámenes, así como sobre cuestiones estratégicas y administrativas más amplias, cada miembro es responsable de sus propias tareas, principalmente dentro de la auditoría. El trabajo de auditoría propiamente dicho lo llevan a cabo, en general, los auditores de las unidades de auditoría coordinadas por el Miembro responsable, con la asistencia de una oficina privada. A continuación, presenta el informe a nivel de grupo y del Tribunal y, una vez aprobado, al Parlamento Europeo, al Consejo y a otras partes interesadas.

organigrama del tribunal de cuentas europeo

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) (en francés: Cour des comptes européenne) es una de las siete instituciones de la Unión Europea (UE)[1]. Se creó en 1975 en Luxemburgo para mejorar la gestión financiera de la UE.

El TCE fue creado por el Tratado Presupuestario de 1975 y se estableció formalmente el 18 de octubre de 1977, celebrando su primera sesión una semana después. En aquel momento el TCE no era una institución formal; era un organismo externo destinado a auditar las finanzas de las Comunidades Europeas. Sustituyó a dos organismos de auditoría distintos, uno que se ocupaba de las finanzas de la Comunidad Económica Europea y de Euratom, y otro que se ocupaba de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero[2].

En esta función, el TCE tiene que seguir siendo independiente y, al mismo tiempo, estar en contacto con las demás instituciones; por ejemplo, una función clave es la presentación del informe anual del TCE al Parlamento Europeo. El Parlamento se basa en este informe para decidir si aprueba o no la gestión presupuestaria de la Comisión Europea para ese año[4]. El Parlamento se negó a hacerlo en 1984 y 1999, en este último caso forzando la dimisión de la Comisión Santer[7]. El TCE, si está satisfecho, también envía garantías al Consejo y al Parlamento de que el dinero de los contribuyentes se utiliza correctamente[4], y el TCE debe ser consultado antes de la adopción de cualquier legislación con implicaciones financieras, pero su opinión nunca es vinculante[8].

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