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Como tranquilizar a un niño autista
Cómo calmar una crisis autista
Este artículo fue escrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es una consejera profesional con licencia en Wisconsin especializada en adicciones y salud mental. Ella proporciona terapia a las personas que luchan con las adicciones, la salud mental y el trauma en los entornos de salud de la comunidad y la práctica privada. Recibió su Maestría en Consejería de Salud Mental Clínica de la Universidad de Marquette en 2011.
Debido a que los niños autistas a menudo luchan por entender o comunicar sus experiencias, pueden tener crisis nerviosas. Durante una crisis, un niño puede gritar, agitarse salvajemente, destruir la propiedad, o incluso responder violentamente a los demás. Los niños autistas pueden agitarse con frecuencia, por lo que es importante que los padres sepan cómo calmarlos. Cada niño es diferente, por lo que hay que probar varias técnicas para encontrar las que mejor funcionan con el niño.
Este artículo fue escrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es una consejera profesional con licencia en Wisconsin especializada en adicciones y salud mental. Ella proporciona terapia a las personas que luchan con las adicciones, la salud mental y el trauma en los entornos de salud de la comunidad y la práctica privada. Recibió su Maestría en Consejería de Salud Mental Clínica de la Universidad de Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 124.668 veces.
Cómo calmar a un niño autista no verbal
Una crisis es una respuesta intensa a una situación abrumadora. Ocurre cuando alguien se siente completamente abrumado por su situación actual y pierde temporalmente el control de su comportamiento. Esta pérdida de control puede expresarse verbalmente (p. ej., gritos, llantos), físicamente (p. ej., patadas, golpes, mordiscos) o de ambas maneras.
Una crisis no es lo mismo que una rabieta. No se trata de un comportamiento malo o travieso. Cuando una persona se siente completamente abrumada y su condición hace que sea difícil expresarlo de otra manera, es comprensible que el resultado sea una crisis.
Muchos autistas mostrarán signos de angustia antes de tener una crisis, lo que a veces se denomina la “etapa del estruendo”. Pueden empezar a mostrar signos de ansiedad, como pasearse de un lado a otro, buscar tranquilidad mediante preguntas repetitivas o signos físicos como balancearse o quedarse muy quieto. En esta fase, todavía puede haber una oportunidad de evitar una crisis. Entre las estrategias a tener en cuenta se encuentran la distracción, la diversión, ayudar a la persona a utilizar estrategias tranquilizadoras como juguetes de juguete o escuchar música, eliminar cualquier posible factor desencadenante y mantener la calma uno mismo.
Medicación para las crisis del autismo
Nuestra casa ha sido una puerta giratoria de terapeutas del comportamiento durante los últimos casi cuatro años. Los dos niños pasan unas 20 horas a la semana de terapia intensa. Nunca pensé que un veinteañero sin hijos pudiera enseñarme algo sobre mis propios hijos. La presencia del autismo en mi vida ha hecho crecer mi mente mil veces. Gran parte de la crianza de niños con autismo es contraintuitiva. Digo y hago cosas que nunca pensé que funcionarían, pero lo hacen. He aquí una pequeña lista de técnicas que utilizamos a diario y que ayudan a reducir las rabietas, aumentar la comprensión, el seguimiento de la dirección y la felicidad (de ellos y mía). No hay una cosa que funcione para todos los niños, y no hay una solución rápida, sin embargo, muchas de estas técnicas funcionarán para muchos niños. Tengan o no autismo.
Muchos niños tienen problemas para salir de sus lugares y actividades preferidas. Esto es algo muy importante para mi hijo de 5 años. Hubo momentos en los que ni siquiera lo llevaba al parque de nuestro barrio porque tenía mucho miedo de ese horrible momento en el que teníamos que irnos. Era imprevisible y errático. A veces gritaba y se tiraba al suelo, o intentaba correr hacia una calle concurrida para alejarse de mí, o arremetía contra mí. Me rompía el corazón y me daba mucho miedo.
Técnicas de autocalentamiento en el autismo
Una crisis es una respuesta intensa a una situación abrumadora. Ocurre cuando alguien se siente completamente abrumado por su situación actual y pierde temporalmente el control de su comportamiento. Esta pérdida de control puede expresarse verbalmente (p. ej., gritando, llorando), físicamente (p. ej., dando patadas, arremetiendo, mordiendo) o de ambas maneras.
Una crisis no es lo mismo que una rabieta. No se trata de un comportamiento malo o travieso. Cuando una persona se siente completamente abrumada y su condición hace que sea difícil expresarlo de otra manera, es comprensible que el resultado sea una crisis.
Muchos autistas mostrarán signos de angustia antes de tener una crisis, lo que a veces se denomina la “etapa del estruendo”. Pueden empezar a mostrar signos de ansiedad, como pasearse de un lado a otro, buscar tranquilidad mediante preguntas repetitivas o signos físicos como balancearse o quedarse muy quieto. En esta fase, todavía puede haber una oportunidad de evitar una crisis. Entre las estrategias a tener en cuenta se encuentran la distracción, la diversión, ayudar a la persona a utilizar estrategias tranquilizadoras como juguetes de juguete o escuchar música, eliminar cualquier posible factor desencadenante y mantener la calma uno mismo.