Hormona de la felicidad oxitocina

Las hormonas del bienestar se liberan durante el ejercicio

Uno de los elementos clave es que nuestras conexiones positivas y experiencias de asombro y maravilla crean una reacción química en nuestro cerebro.    Esto ocurre a través de los mensajeros químicos de nuestro cerebro, más conocidos como hormonas.

Hay cuatro hormonas principales que son las principales responsables de crear esas emociones y sensaciones de bienestar. Moderan nuestra sensación de bienestar y están influenciadas por nuestros niveles de estrés, el cuidado personal y las elecciones de estilo de vida.

Esto podría ser comer una buena comida, escuchar música inspiradora, recibir un masaje o completar una sesión de ejercicio físico. La liberación de dopamina proporciona sensaciones de bienestar y motiva a buscar cosas que se disfrutan y se hacen bien.

La serotonina se desencadena de forma natural por las cosas regulares que podemos hacer cada día: salir a pasear bajo el sol, dormir bien, pasar tiempo en la naturaleza o las actividades de autocuidado que reducen los niveles de estrés.

Las endorfinas son producidas por el sistema nervioso central para ayudarnos a lidiar con el dolor físico.    Se liberan en respuesta al dolor o al estrés, pero también se liberan durante otras actividades, como comer, hacer ejercicio o practicar sexo.

Suplemento de hormonas de la felicidad

La investigación sobre lo que hace que una vida sea feliz, presentada por Robert Waldinger de la Universidad de Harvard, tardó más de 75 años en completarse y analizó la vida de 724 voluntarios, así como la de sus parejas y otros miembros de la familia, con lo que el número total de personas estudiadas superó las 2.000. Tras analizar los datos, se encontró una clara correlación entre las relaciones sólidas, la buena salud y la felicidad.

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Visitar nuevos lugares, recibir un masaje relajante o participar en actividades que dejen una sonrisa en la cara, ya sea con miembros de la familia, amigos o seres queridos, puede suponer un alivio del estrés y los problemas que se acumulan en nuestra vida diaria. Además, mantener una sonrisa en la cara cuando nos enfrentamos a circunstancias difíciles puede ayudar a la producción de serotonina y endorfinas del cuerpo, ambas directamente asociadas a la felicidad.

Además de obtener la vitamina D de varios pescados, hígados de pescado y yemas de huevo, exponer el cuerpo a la luz solar durante las primeras horas de la mañana o la tarde (teniendo cuidado de evitar las horas entre las 10:00 y las 15:00) también ayuda a la producción de vitamina D en la piel. Esta vitamina no sólo ayuda a mantener nuestros huesos y nuestro sistema inmunológico a pleno rendimiento, sino que también estimula indirectamente la producción de serotonina, una hormona capaz de reducir los síntomas asso

La serotonina, la hormona de la felicidad

Uno de los elementos clave es que nuestras conexiones positivas y experiencias de asombro y maravilla crean una reacción química en nuestro cerebro.    Esto ocurre a través de los mensajeros químicos de nuestro cerebro, más conocidos como hormonas.

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Hay cuatro hormonas principales que son las principales responsables de crear esas emociones y sensaciones de bienestar. Moderan nuestra sensación de bienestar y están influenciadas por nuestros niveles de estrés, el cuidado personal y las elecciones de estilo de vida.

Esto podría ser comer una buena comida, escuchar música inspiradora, recibir un masaje o completar una sesión de ejercicio físico. La liberación de dopamina proporciona sensaciones de bienestar y motiva a buscar cosas que se disfrutan y se hacen bien.

La serotonina se desencadena de forma natural por las cosas regulares que podemos hacer cada día: salir a pasear bajo el sol, dormir bien, pasar tiempo en la naturaleza o las actividades de autocuidado que reducen los niveles de estrés.

Las endorfinas son producidas por el sistema nervioso central para ayudarnos a lidiar con el dolor físico.    Se liberan en respuesta al dolor o al estrés, pero también se liberan durante otras actividades, como comer, hacer ejercicio o practicar sexo.

Fórmula de oxitocina con dopamina y serotonina

La oxitocina es una hormona que actúa en los órganos del cuerpo (incluidos el pecho y el útero) y como mensajero químico en el cerebro, controlando aspectos clave del sistema reproductivo, incluidos el parto y la lactancia, y aspectos del comportamiento humano.

La oxitocina se produce en el hipotálamo y es segregada al torrente sanguíneo por la glándula pituitaria posterior.  La secreción depende de la actividad eléctrica de las neuronas del hipotálamo: se libera en la sangre cuando estas células se excitan.

Las dos acciones principales de la oxitocina en el organismo son la contracción de la matriz (útero) durante el parto y la lactancia.  La oxitocina estimula la contracción de los músculos uterinos y también aumenta la producción de prostaglandinas, que incrementan aún más las contracciones. La oxitocina manufacturada se administra a veces para inducir el parto si no se ha iniciado de forma natural o puede utilizarse para reforzar las contracciones para facilitar el parto. Además, la oxitocina manufacturada suele administrarse para acelerar el alumbramiento de la placenta y reducir el riesgo de hemorragia abundante al contraer el útero.  Durante la lactancia, la oxitocina favorece el movimiento de la leche a través de los conductos del pecho, lo que permite su expulsión por el pezón. La oxitocina también está presente en los hombres, ya que interviene en el transporte de los espermatozoides y en la producción de testosterona por los testículos.