El 25 % de los jóvenes españoles lleva alguna parte de su cuerpo tatuada. Esta práctica, no bien vista hasta hace unos años, ha pasado de la marginalidad a ser unritual de diferenciación social. Algo que en culturas ancestrales era otro tipo de ritual, ahora es un símbolo de reafirmación de identidad. Y, sobre todo, tiene incidencia entre los 15 y 30 años, donde estamos ya hablando de una moda más generalizada. Rosa Ortega, dermatóloga y miembro de la Academia Española de Dermatología, comenta que personas de más de 40 años también se atreven a lucir tatuajes, en muchos casos más pequeños. Pero quizá para muchos de ellos el tatuaje sea una forma de vida antes que una moda.
Por otra parte, Ortega advierte de los riesgos de lo que llama “en cierto modo, agresión al cuerpo”. Se debe hacer por profesionales y en óptimas condiciones higinénico-sanitarias para evitar dermatosis, infecciones o reacciones alérgicas. Porque seguramente muchos no se hayan informado de, por ejemplo, el lugar del cuerpo donde se lo quiere hacer (es delicada por ejemplo la zona lumbar) o la fiabilidad del establecimiento.
Hay más de dos mil establecimientos donde se realizan “piercings” y “tatoos”, por lo que se ha tenido que legislar para adaptar la normativa a un servicio tan usado y donde hay mucho engaño.
Mostrar más allá de la piel
Muchas veces es un símbolo especial, otras hablamos del mero hecho de embellecer hasta las partes más impensables del cuerpo. Tobillos, ombligos, torsos, muñecas… Arte a flor de piel, sentimentalismo en la epidermis o caprichos que marcan. Sea lo que sea, muchos famosos se preocupan no solamente de lucir palmito o un buen modelo, también se afanan por enseñar un buen tatuaje. Es, para muchos, “el más bello ritual”, como canta Loquillo en su canción «Tatuados» .
Victoria Beckham lleva en la muñeca las iníciales de su marido, que también se ha hecho un buen trabajo con la aguja en todo el brazo. Pero al ser algo perenne puede pasarte como a Angelina Jolie, que se tatuó las iníciales de su marido (Bob Thornton) y se las tuvo que cambiar por las coordenadas donde nacieron sus hijas. Borrárselo por láser “cuesta tiempo, dinero y, además, puede quedar cicatriz y no desaparecer del todo”, como advierte la dermatóloga consultada por la agencia
Sin embargo, buena pasarela para los tatuajes es el mundo del deporte. No hay más que recordar el anuncio de Nike de apoyo a la selección española, donde los jugadores se pintan todo el cuerpo. Pero, sobre todo, los pasados Juegos Olímpicos, que fueron un verdadero desfile y disfrute de los sentidos.