Bruselas manifestacion cataluña

7 de diciembre de 2017. bruselas

Los manifestantes defienden el respeto a la independencia para legislar en Cataluña y también la unidad en toda España. Consideran que no es bueno replegarse sobre sí mismos. También creen que es preferible que el pueblo catalán y el español se unan a nivel nacional español, y más ampliamente en la Unión Europea. «La unión hace la fuerza», considera Adriana Florit (32 años), voluntaria originaria de Cataluña. Trabaja en el movimiento Grupo de Presión sin ánimo de lucro de Cataluña.

Y continúa: «Ya estamos viendo que grandes empresas y grandes bancos dicen que quieren irse de Cataluña si se independiza. La economía se resentirá. A nivel político, los únicos que se benefician de todo esto son los movimientos anarquistas de extrema izquierda dentro del gobierno catalán».

Los manifestantes temen las consecuencias económicas negativas para el pueblo catalán. Adriana Florit observa: «Los movimientos independentistas han tomado impulso durante la crisis económica en España». Continúa: «Sin embargo, ahora la gente se da cuenta de que va a sentir el pellizco, y está empezando a cambiar sus opiniones sobre el tema.»

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Los partidarios de la independencia de Cataluña se reúnen para comenzar una manifestación cerca del barrio de la UE en Bruselas el jueves , 7 de diciembre de 2017. Miles de simpatizantes pro-catalanes se manifestaron en Bruselas el jueves, dos semanas antes de las elecciones regionales españolas.

Decenas de miles de manifestantes pro-catalanes marcharon en Bruselas en una muestra de apoyo al destituido presidente catalán Carles Puigdemont, al tiempo que pidieron a la Unión Europea que apoye la candidatura de la región a la independencia de España.

Al grito de «Despierta, Europa», más de 45.000 manifestantes, muchos de los cuales viajaron a Bélgica desde España, marcharon el jueves por el barrio europeo de la capital belga, según estimaciones de la policía.

Más de un mes después de que Cataluña votara a favor de la independencia de España en un referéndum, la región, que durante años fue relativamente autónoma, ha visto poco apoyo por parte de la Unión Europea, que dijo que el asunto debería discutirse internamente en España.

Los manifestantes también mostraron el jueves su apoyo al destituido líder Carles Puigdemont, que junto con cuatro ex consejeros huyeron a Bruselas en noviembre, diciendo que querían llevar su causa a nivel europeo después de que Madrid les acusara de sedición y rebelión.

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La policía belga calcula que unas 45.000 personas han acudido hoy a una manifestación en Bruselas para pedir la independencia de Cataluña y que la Unión Europea modifique su posición respecto a la secesión.

Al final del acto, Puigdemont lanzó un llamamiento directo al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, diciendo que «Europa debe darse cuenta de que todavía puede jugar un papel en la crisis catalana.» En los prolegómenos de la declaración de independencia, los políticos partidarios de la secesión habían asegurado que la UE reconocería una Cataluña independiente, pero al final se negó a hacerlo.

Los otros cuatro ex consejeros catalanes que huyeron a Bruselas con Puigdemont -Clara Ponsatí, Meritxell Serret, Lluis Puig y el citado Toni Comín, y que, como Puigdemont, están reclamados por la justicia española- también han pronunciado discursos en la protesta de hoy.

Ante la manifestación, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenza de Santamaría, ha enviado un tuit en el que afirma que los participantes «han podido asistir gracias a su DNI español y a que España es un país de la Unión Europea, institución que los independentistas también han criticado.»

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El líder catalán destituido, Carles Puigdemont (L) con el ex miembro del gobierno catalán Antoni Comin (R) mientras asisten a la conferencia ‘Alcaldes catalanes en apoyo del gobierno de Cataluña’ en BOZAR en Bruselas, Bélgica, 07 de noviembre de 2017. [Stephanie Lecocq / EPA]

El líder catalán Carles Puigdemont, que se encuentra en un exilio autoimpuesto en Bélgica, no acudió a la manifestación en la que se encontraban diputados independentistas del Parlamento Europeo y varios miembros del gobierno regional en el exilio.

«Me parece absolutamente terrible que las instituciones europeas no entiendan que cuando se ataca a la democracia no se puede aplaudir a (el presidente del Gobierno español, Mariano) Rajoy y a las instituciones en España que están fuera de la ley», añadió.

La protesta, a pocos metros de las principales instituciones de la Unión Europea, se produjo un día después de que cientos de miles de catalanes protestaran por el encarcelamiento de funcionarios regionales por su impulso a la independencia de España.

Mientras cientos de miles de catalanes salían a la calle el domingo (29 de octubre) a favor de la unidad con España, la crisis catalana provocó luchas intestinas en el gobierno de coalición belga después de que los nacionalistas flamencos ofrecieran asilo al presidente catalán Carles Puigdemont.