Frontera de españa con africa

Orán

Durante el periodo de la Unión Ibérica (1580-1640), Ceuta atrajo a muchos colonos españoles; por ello, cuando Portugal recuperó su independencia de España en 1640, Ceuta optó por permanecer con España, situación que Portugal aceptó en 1688 con el Tratado de Lisboa. [El 7 de octubre de 1844 se firmó un tratado que delimitaba la frontera de Ceuta con Marruecos, confirmado por otro el 6 de mayo de 1845[3][1] El 24 de agosto de 1859 se firmó un tratado que delimitaba la frontera entre Melilla y Marruecos, con una “zona neutral” paralela[3][4].

Los repetidos intentos marroquíes de hacerse con el control de los dos exclaves por la fuerza durante los siglos XVIII y XIX fracasaron, culminando en la guerra hispano-marroquí de 1859-60, que se saldó con una victoria española. El posterior Tratado de Wad-Ras (también conocido como Tratado de Tetuán) de 26 de abril de 1860 amplió la frontera de Ceuta hasta su límite actual. [La frontera de Melilla debía fijarse por “el alcance de un cañón”, pero esto resultó poco práctico, por lo que se firmó otro tratado el 30 de octubre de 1861, confirmado el 26 de junio de 1862, que trazó la línea fronteriza moderna[4][3][1][5] No obstante, continuaron las disputas localizadas en Melilla y se firmaron nuevos tratados en 1894-95[1].

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Distancia entre marruecos y españa en barco

1Las vallas de Ceuta y Melilla ofrecen un modelo que permite estudiar hasta qué punto los propósitos declarados y los objetivos ocultos de los gobiernos se alinean en el establecimiento de las fronteras territoriales. El gobierno español utiliza el reto de la inmigración irregular como argumento para reforzar las vallas de los dos enclaves, a pesar de que los informes insisten en que el número de inmigrantes irregulares que cruzan a España a través de estas dos ciudades o de otros lugares ha aumentado desde la construcción de las vallas a principios de la década de 1990. Esto sugiere que cuanto más se intensifiquen las medidas de vigilancia de las fronteras, más formas clandestinas de cruzarlas se encontrarán.

2Ceuta y Melilla reflejan una larga historia de interacciones entre Marruecos y España. Estas relaciones han fluctuado entre la coexistencia y la confrontación según las cambiantes circunstancias regionales y el equilibrio de poder en la región mediterránea. La presencia española en el norte de África se remonta a la época dominada por una intensa lucha entre cristianos y musulmanes por el control territorial no sólo en la Península Ibérica en toda la región del Mediterráneo occidental. El término español “Reconquista” se refiere a este largo periodo entre 718 y 1492 que terminó con lo que la historia islámica llama la “caída de al-Andalus”. Sin embargo, las ambiciones de las guerras de la “Reconquista” no se limitaron a la recuperación de la Península Ibérica únicamente, sino que incluyeron la expansión del control cristiano al noroeste de África.

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Lea el artículo aquíLa dinámica del cruce de fronteras no autorizado en la región mediterránea ha recibido una amplia cobertura mediática pero poca atención académica. Este artículo examina los patrones y la dinámica de la migración de tránsito hacia las fronteras hispano-africanas, y de la migración no autorizada a través de estas fronteras. Se examina en detalle la geografía de la migración, lo que lleva a varias conclusiones con implicaciones para la gestión de la migración. En primer lugar, los orígenes de los migrantes de tránsito del África subsahariana en Marruecos son notablemente diversos. En segundo lugar, las ciudades y pueblos más allá de Europa desempeñan un papel fundamental en la dinámica migratoria en las fronteras hispano-africanas. En tercer lugar, el propio Estrecho de Gibraltar ha perdido gran parte de su importancia como punto de paso. En cuarto lugar, el contrabando a gran escala hacia las Islas Canarias directamente desde África Occidental sigue siendo marginal en términos numéricos, pero representa un escenario preocupante.

Distancia entre la frontera de marruecos y españa

Durante el periodo de la Unión Ibérica (1580-1640), Ceuta atrajo a muchos colonos españoles; por ello, cuando Portugal recuperó su independencia de España en 1640, Ceuta optó por permanecer con España, situación que Portugal aceptó en 1688 con el Tratado de Lisboa. [El 7 de octubre de 1844 se firmó un tratado que delimitaba la frontera de Ceuta con Marruecos, confirmado por otro el 6 de mayo de 1845[3][1] El 24 de agosto de 1859 se firmó un tratado que delimitaba la frontera entre Melilla y Marruecos, con una “zona neutral” paralela[3][4].

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Los repetidos intentos marroquíes de hacerse con el control de los dos exclaves por la fuerza durante los siglos XVIII y XIX fracasaron, culminando en la guerra hispano-marroquí de 1859-60, que se saldó con una victoria española. El posterior Tratado de Wad-Ras (también conocido como Tratado de Tetuán) de 26 de abril de 1860 amplió la frontera de Ceuta hasta su límite actual. [La frontera de Melilla debía fijarse por “el alcance de un cañón”, pero esto resultó poco práctico, por lo que se firmó otro tratado el 30 de octubre de 1861, confirmado el 26 de junio de 1862, que trazó la línea fronteriza moderna[4][3][1][5] No obstante, continuaron las disputas localizadas en Melilla y se firmaron nuevos tratados en 1894-95[1].