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Historia de isabel la catolica
Juana de castilla
Isabel I fue la reina de la región central de la actual España conocida como Castilla y gobernó desde 1474 hasta su muerte en 1504. Nació el 22 de abril de 1451 en la localidad de Madrigal de las Altas Torres. Isabel reinó con su marido Fernando II de Aragón, que era una región del noreste de España. A menudo se la conoce como “La Católica”, título que le otorgó el Papa español Alejandro VI. Durante su reinado, Isabel y su marido se repartieron el poder a partes iguales y establecieron un código de leyes, fortalecieron la monarquía y permitieron el desmantelamiento de los poderes de los nobles dentro del país.
La reina Isabel I es una figura poderosa e icónica de la historia de España cuya historia vital es una lectura fascinante. He aquí algunos datos interesantes sobre Isabel para los estudiantes de español o cualquier persona interesada en ampliar sus conocimientos de español.
Posiblemente su logro más impactante en el mundo, la reina Isabel financió la misión de Cristóbal Colón de navegar hacia la India dirigiéndose al oeste. La reina española aceptó pagar una suma de dinero como concesión del monarca al súbdito. Colón zarparía en su famoso viaje el 3 de agosto de 1492 y, como demostraría la historia, no llegó a su destino previsto, sino que descubrió las Américas. A su regreso a España, Colón fue recibido como un héroe y comenzó una Edad de Oro de la exploración y la colonización, que trajo aún más fama y fortuna a la reina Isabel I.
Isabel de portugalreina de españa
Biografía de Isabel la Católica. Los Reyes Católicos, inseparables en la vida y en la historia. A ellos se debe el inicio de la unificación de España como país, y el descubrimiento de América en 1492.
Para muchos historiadores y estudiosos, Isabel es la más grande de las reinas de España. En realidad, después de Isabel y Fernando, España fue gobernada por reyes extranjeros. Muchos creen que esto cambió el curso de la historia de este gran país.
De nuevo Enrique IV intentó concertar un matrimonio de Isabel con Alfonso V, rey de Portugal. La propuesta de Enrique IV incluía la cláusula de que su hija Juana se casaría con el hijo de Alfonso V de Portugal.
Entonces estalló la guerra entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana, hija de Enrique IV y Juana de Portugal. Se llamó “guerra de sucesión” y duró cuatro años, de 1475 a 1479.
Aprovechando la ausencia de la reina Isabel, que había ido a visitar al poderoso cardenal Mendoza, unos provocadores, disfrazados de campesinos, arengaron a la población para que destituyeran al alcaide y pusieran al anterior en su lugar.
Qué hizo la reina isabel
Delante de Isabel caminaba uno de sus caballeros, el robusto y rubicundo Gutierre de Cárdenas. Llevaba la espada real delante de él, con la punta hacia el suelo. Esta arma era un símbolo del poder real tan potente como cualquier corona o cetro. Si las joyas de Isabel hablaban de magnificencia real, la espada de Cárdenas amenazaba con la violencia. Ambos indicaban poder y voluntad de ejercerlo. “Algunos de los presentes murmuraron que nunca habían visto algo así”, relata un contemporáneo. Los refunfuñones se sentían libres de cuestionar el derecho de una mujer a gobernar sobre ellos, y no tenían necesidad de mantener la boca cerrada en público. La monarquía era débil desde hacía tiempo y las soberanas eran un recuerdo lejano y sombrío en Castilla. La historia europea, por su parte, sólo ofrecía un puñado de ejemplos de reinas exitosas. Con tan pocos modelos a seguir como reina regente, Isabel tendría que arreglárselas sola.
Durante la mayor parte del siglo, los reyes de Castilla habían sido juguetes de los poderosos magnates aristocráticos que se autodenominaban “Grandes”. Sólo un modesto número de estos últimos -o de obispos y otros altos funcionarios- acompañó a Isabel cuando se hizo proclamar reina en un escenario apresuradamente levantado en la plaza mayor de Segovia. Era una señal de que sus problemas iban más allá de su sexo y del frágil estado de la monarquía castellana. Porque Isabel no era la única pretendiente al trono, ni la persona que había sido designada como tal por el anterior monarca. Se trataba, en definitiva, de un golpe preventivo de un usurpador.
Juana de castillareina de aragón
Isabel I (22 de abril de 1451 – 26 de noviembre de 1504)[2] fue reina de Castilla desde 1474 hasta su muerte en 1504, reinando sobre una España dinásticamente unificada conjuntamente con su marido, el rey Fernando II de Aragón. Fue reina de Aragón tras la ascensión de Fernando en 1479. Juntos son conocidos como los Reyes Católicos[3].
Tras una lucha por reclamar el trono, Isabel reorganizó el sistema de gobierno, llevó el índice de criminalidad al más bajo de los últimos años,[4] y liberó al reino de la enorme deuda que había dejado su hermanastro el rey Enrique IV. El matrimonio de Isabel con Fernando en 1469 sentó las bases de la unificación de facto de España. Sus reformas y las que hizo con su marido tuvieron una influencia que se extendió mucho más allá de las fronteras de sus reinos unidos.
Isabel y Fernando son conocidos por completar la Reconquista, por emitir el Decreto de la Alhambra que ordenaba la expulsión masiva de judíos y musulmanes de España, por establecer la Inquisición española, por apoyar y financiar el viaje de Cristóbal Colón en 1492 que condujo al descubrimiento del Nuevo Mundo por parte de los europeos, y por el establecimiento de España como una gran potencia en Europa y gran parte del mundo durante más de un siglo. [5] El Papa Alejandro VI concedió a Isabel, junto con su marido, el título de “monarca católica”, y la Iglesia Católica la reconoció en 1974 como sierva de Dios.