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El Mal Querer Tour fue la segunda gira de conciertos, primera mundial y segunda en general de la cantante española Rosalía, en apoyo a su segundo álbum de estudio El Mal Querer (2018). La gira comenzó el 29 de marzo de 2019 en Buenos Aires en el Hipódromo de San Isidro, en el marco del festival de música Lollapalooza Argentina 2019. La gira visitará principalmente festivales de música. La gira finalizó en el WiZink Center de Madrid el 10 de diciembre de 2019 tras 43 shows.
Aunque el debut profesional en la música de Rosalía se produjo a finales de 2016, su éxito internacional llegó a mediados de 2018, después de que lanzara su single “Malamente”, con certificación de platino, en mayo de 2018 a través de Sony Music[1]. El single se convirtió en un éxito instantáneo y llamó la atención de los medios de comunicación y la crítica, que elogiaron a la nueva cantante de flamenco nacida en Barcelona por su “suave voz de terciopelo líquido”. El periódico británico The Guardian llegó a calificarla como “lo más emocionante que le va a pasar a la música este 2018″[2] Su segundo álbum de estudio, El Mal Querer, se publicó en noviembre de 2018. La cantante actuó en Los40 Music Awards, así como en los MTV Europe Music Awards 2018, lo que amplió su popularidad fuera de España.
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El Mal Querer de Rosalía se abre con una advertencia. “Malamente”, el astuto prólogo, presenta una risita mientras canta el repetido gancho “mal, mal, mal, mal….” Ominoso, pero apenas disuasorio. Puedo citar el momento exacto del vídeo musical de la canción que me enganchó. Se produce casi al principio del vídeo de alto presupuesto, cuando la cantante española está vestida de rojo, rodeada por un círculo de bailarines, todos con chándales adidas. Ella gira, la cámara capta su mirada y es completamente hipnótica. Otros momentos del vídeo son notables e igualmente impresionantes -como la ingeniosa metáfora modernizada de una corrida de toros pero con motocicletas-, pero debo haber vuelto a repetir ese momento instantáneo más de una docena de veces.
El Mal Querer es el segundo álbum de la estrella española del nuevo flamenco, que publicó con Sony el viernes. Sigue a Los Ángeles (como en “los ángeles”, no la ciudad) de 2017, su primera colección de música publicada oficialmente. Aquel proyecto la presentó al mundo como una hibridadora de sonidos pop modernos -808s y sintetizadores electrónicos- y flamenco. Se enamoró del arte tradicional a los 13 años, cuando escuchó por primera vez al renovador Camarón de la Isla sonando desde un coche cerca de su colegio en Cataluña. Desde entonces, ha servido de base para todo lo que ha creado.
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The essential concept for the video came from Rosalía, who “was inspired by a medieval story of jealousy and misfortune that is not only universal, but very relevant to the moment of women’s empowerment that we are fortunate to live in,” explains Romagosa. “She came from there and wanted to bring it back to popular culture in the 21st century by brightening up traditional symbols, somewhat stale and stale, that seemed to have been denied by pop culture.”
“She wanted to bring back to the popular culture of the 21st century traditional symbols, somewhat stale and old-fashioned, that seemed to have been denied by pop culture” Óscar Romagosa Producer of the video of ‘Malamente’.
The director Nicolás Méndez, also author of the video of ‘Pienso en tu mirá’, was enthusiastic about the starting point: to turn the old and flamenco into new. CANADA brought everything that is expected from the brand, that is, overflowing imagination, humor, sensuality and a moment of levitation, almost personal obsession of the collective.
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El global bass, la escena underground centrada en Internet que comenzó a florecer en todo el mundo a finales de la década de 2000, surgió cuando los jóvenes productores tomaron las tradiciones populares de sus países y las actualizaron para una pista de baile milenaria. Utilizaron las nuevas tecnologías para conectar las fronteras musicales que antes se habían derrumbado: La cumbia se digitalizó (Colombia, México), la salsa se remezcló (Puerto Rico, Nueva York), los tambores pow wow se volvieron eléctricos (Canadá) y algunos productores incluso transmutaron las flautas de pan andinas en bangers intelectuales. El global bass se convirtió en un precursor de la forma cada vez más ilimitada en que funciona la música pop en la actualidad, incluso cuando se aplanó en versiones cojas y enlatadas de lo que algunos denominaron espantosamente “trop-house”, por no hablar de la fluencia venenosa general de la EDM en su torrente sanguíneo.
El concepto, sin embargo, sigue siendo intrigante: A medida que Internet homogeneiza las culturas musicales individuales en un gran batiburrillo cuantificado en el estudio, ¿cómo pueden los músicos conservar la singularidad de las historias hiperlocales y a menudo disipadas de sus culturas? Y, por otro lado, ¿es preferible adoptar un enfoque rígido de esa hiperlocalidad -o al menos una postura defensiva frente a la especificidad cultural- si ello ahoga el tipo de creatividad musical que fomenta la evolución de un género?
