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El secreto del camino de santiago
Camino francés
El Camino es una aventura ideal para los viajeros en solitario, y miles de personas emprenden el viaje en solitario cada año. Es un momento para estar totalmente inmerso en tus propios pensamientos, pero también es una oportunidad para conocer a una gran variedad de personas interesantes y hacer amistades duraderas a lo largo del camino. En el Camino hay un verdadero sentimiento de unión, aunque se camine solo. No es necesariamente fácil; lejos de casa, lejos de las distracciones de tu vida cotidiana, te darás cuenta de muchas cosas sobre ti mismo. Puede que tengas que enfrentarte a algunas verdades mientras caminas solo por el Camino. Pero aprovecha este tiempo, caminar en solitario significa que tienes la oportunidad de apreciar realmente tu entorno, conociendo a los lugareños y a los viajeros/peregrinos por igual a lo largo del camino. El tiempo en solitario es un regalo precioso y algo que vale la pena apreciar.
Uno de mis amigos acaba de empezar con un régimen de “sólo estoy disponible entre las 20 y las 21 horas”. Quizá te parezca exagerado, pero apagar el teléfono es algo que puede suponer un gran alivio. De vez en cuando es necesario un descanso de la tecnología, una desintoxicación digital. La respuesta a la felicidad: Vivir aquí y ahora. Recorrer el camino en solitario es la mejor manera de experimentarlo. Un descanso de los teléfonos inteligentes y las tabletas, que pueden ser increíblemente adictivos, promueve la atención plena. Es muy difícil permanecer en el momento cuando intentas compartir ese momento con el mundo a través de las redes sociales las 24 horas del día.
El camino de santiago
Cuando emprendí mi peregrinaje a Santiago de Compostela, estaba de mal humor. El cielo era azul, el sol brillaba pero, por razones insignificantes, mi cerebro se sentía tan enfadado como el Atlántico a mi lado. Me golpeé aún más; esto era totalmente inapropiado para el “viaje espiritual” que tenía por delante. Pero entonces me di cuenta: en realidad, había llegado al lugar adecuado.
Porque a medida que salía de la ciudad portuguesa de Viana do Castelo, pasando por las gaviotas y los charranes, los molinos de viento y los recolectores de algas, mi malestar se iba desvaneciendo a cada paso; levantado por la brisa del mar, tragado por las dunas. Mi única tarea era poner un pie delante del otro, como una meditación en movimiento. Era imposible permanecer cruzado. Cuando, a las pocas horas, un desconocido me regaló mi primer “¡Bom Caminho!”. me di cuenta: sí, ya estaba haciendo un “buen camino”.
El Camino de Santiago es un paseo fascinante. Entre otras cosas, porque apenas es un paseo. Técnicamente, estás haciendo senderismo. Pero el Camino es mucho más: un reto, un ritual, una aventura, una llamada; una limpieza, un esfuerzo, un paso más cerca de Dios. Es un viaje tan individual como el peregrino que lo realiza.
Ruta del camino del norte
El Camino Lebaniego, de 72 km, que comienza en el puerto pesquero de San Vicente de la Barquera y termina en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, justo después de Potes, es una de las rutas de peregrinación menos conocidas del norte de España. También es la más pintoresca.
Los cántabros adoran los cocidos y los sirven en raciones de tamaño gigantesco. Los platos de barro llegan repletos de carne de cerdo, ternera, cabrito asado, morcilla, salchichas, patatas y alubias. Esto puede sonar desagradable, pero el espectáculo de los peregrinos, incluso los más delgados, sacando brillo a sus platos con trozos de denso pan rústico al final de la cena no es nada extraordinario.
Una: para los que quieran entrar en contacto con su yo interior mientras se mantienen en contacto con el mundo exterior, hay Wi-Fi gratuito a cada paso del Camino Lebaniego, lo que hace que incluso la pista forestal más estrecha sea un carril de la superautopista de la información.
No hay cajeros automáticos ni supermercados entre San Vicente y Potes (69 km), por lo que hay que disponer de dinero en efectivo para las paradas a comer y requisar bollería y fruta en los desayunos de los alojamientos, donde las máquinas expendedoras ofrecen agua (llevar siempre un litro), chocolate y barritas energéticas.
Mapa del camino de santiago con distancias
Un secreto que conocen bien los que han hecho el Camino de Santiago, es que si no te entrenas para el Camino puedes estar perdido a la hora de hacer las etapas duras del mismo. Por ello, es recomendable que desde semanas antes de hacer el Camino de Santiago, dediques tiempo en tu día a día a caminar -sobre todo si lo vas a hacer por primera vez-.
Comienza a caminar unos 5 kilómetros al día y, con el tiempo, pasa a 10 o 15 kilómetros diarios. De esta forma no sólo estarás en mejor forma para el Camino y sabrás más o menos lo que te espera, sino que tu cuerpo estará mejor preparado para evitar tendinitis y otros problemas musculares.
Hay muchas opciones que puedes llevar a cabo para completar el Camino de Santiago. Puedes hacerlo en bicicleta o incluso a caballo pero la más popular de todas es hacer el camino a pie. Hacer el camino andando es una de las opciones más caras y en la que más cansado se acaba.
Por eso a la hora de dar prioridad a un peregrino siempre se dará al que haga el camino andando, incluso a la hora de dormir. Si el albergue está casi completo, los peregrinos que van a pie tienen preferencia para conseguir las últimas plazas.