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La cerveza es buena para la prostata
Para qué sirve el alcohol en la próstata
El alcohol es un diurético, por lo que aumenta la cantidad de orina que entra en la vejiga. El alcohol puede hacer que el cuello de la vejiga se contraiga directamente, dificultando la micción y haciendo que la vejiga sea menos eficaz. El alcohol también puede dificultar la capacidad de relajación del músculo de la próstata, irritando aún más la vejiga y empeorando los síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB) o del agrandamiento de la próstata. Por último, si el tracto urinario está obstruido, el alcohol puede provocar una obstrucción completa. Por ello, los hombres con HBP deben limitar el consumo de alcohol. Pequeñas cantidades de alcohol pueden ser útiles para el sistema cardiovascular; grandes cantidades no son buenas por muchas razones.
Los diez peores alimentos para la salud de la próstata
Desde las pintas en el pub local hasta el vino tinto en los espaguetis a la boloñesa, el alcohol está presente en la rutina semanal de muchos. En un estudio realizado por la Oficina de Estadísticas Nacionales en 2017, solo el 20% de los adultos se declararon abstemios. Sin embargo, a pesar de la frecuencia y el número de personas que recurren al alcohol, este puede resultar problemático. Cuando se bebe en exceso puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, por ejemplo, así como enfermedades del hígado y accidentes cerebrovasculares. El alcohol también puede tener una serie de efectos negativos sobre los síntomas del agrandamiento de la próstata.
El agrandamiento de la próstata es una afección muy común entre los hombres mayores de 50 años, con síntomas como la micción frecuente y la falta de flujo de orina. El alcohol puede tener una serie de efectos sobre los afectados.
Un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology concluyó que el consumo moderado de alcohol beneficiaba a los síntomas de la HBP. Sin embargo, hay que señalar que, cuando los participantes consumían una gran cantidad de alcohol, la afección en realidad empeoraba.1 Los investigadores también concluyeron que cualquier beneficio del consumo de alcohol para el agrandamiento de la próstata puede verse superado por el efecto negativo que tiene sobre los síntomas urinarios.
Cerveza y cáncer de próstata
La mayoría de las personas que experimentan problemas de próstata suelen reducir sus hábitos de consumo de alcohol, pero una nueva investigación ha demostrado que existe la posibilidad de que la cerveza pueda ofrecer algunos beneficios a las personas afectadas por problemas de próstata.
En concreto, se ha informado de que el compuesto activo xantohumol, presente en el lúpulo, puede contribuir a la prevención del cáncer de próstata en los hombres, bloqueando el exceso de testosterona. Por otra parte, beber cerveza con moderación podría suponer una gran ventaja si le preocupa el cáncer de próstata.
La relación entre el consumo de cerveza y los beneficios para la salud no es nada nuevo: en el pasado, también se ha informado de que beber cerveza puede ayudar a aumentar la densidad ósea y a luchar contra enfermedades como la osteoporosis. Esto se aplica especialmente a la cerveza negra, que es rica en silicio. El compuesto xantohumol también está relacionado con la prevención de trastornos del deterioro cognitivo, como la demencia. En la actualidad, el mundo de la ciencia profundiza en muchas posibilidades, ya que empezamos a saber cada vez más sobre la cerveza y sus propiedades activas.
Qué no se debe beber con la próstata agrandada
NDRIUn estudio de colaboración internacional realizado por investigadores del Instituto Nacional de Investigación sobre las Drogas y el Centro de Investigación sobre Adicciones de BC (CARBC) de la Universidad de Victoria (UVic), en Canadá, ha aportado nuevas pruebas de una relación significativa entre el consumo de alcohol y el cáncer de próstata.
El estudio, publicado recientemente en la revista BMC Cancer, descubrió que incluso el consumo de poco volumen de alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. El consumo de tan sólo una bebida alcohólica cada 10 días aumenta el riesgo de cáncer de próstata en un 8% en comparación con los «abstemios de toda la vida». Beber más de cinco bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo hasta el 18%.
Dada la alta prevalencia del cáncer de próstata, las implicaciones para la salud pública de estos resultados son importantes. El cáncer de próstata es el más diagnosticado en Australia, con más de 3.000 muertes anuales, y es la quinta causa de muerte por cáncer en los hombres de todo el mundo.
«Este nuevo estudio contribuye a la creciente evidencia de que el consumo de alcohol es un factor causal del cáncer de próstata. La contribución del alcohol al cáncer de próstata deberá tenerse en cuenta en las futuras estimaciones de la carga mundial de la enfermedad», afirmó la profesora Tanya Chikritzhs, jefa del equipo de políticas sobre el alcohol del NDRI.