Contenidos
- La tarea del psicólogo en un problema de adicciones es delicada y compleja. Pero permite al adicto recibir atención personalizada y las herramientas y estrategias adecuadas para que pueda retomar una vida sana y equilibrada lejos de las adicciones.
- ¿Un psicólogo para las adicciones?
- Primeras sesiones
- A medio camino de la rehabilitación
- Cuando acaba el proceso de rehabilitación
La tarea del psicólogo en un problema de adicciones es delicada y compleja. Pero permite al adicto recibir atención personalizada y las herramientas y estrategias adecuadas para que pueda retomar una vida sana y equilibrada lejos de las adicciones.
Hoy en día existen muchos tipos diferentes de adicciones a las que es necesario prestar atención, evitando que el problema vaya a más y que la persona enferma sea incapaz de dejarlas de lado.
Algo que nos parece inofensivo puede convertirse en una adicción que hace que la persona se convierta en un esclavo de ella, afectando a su vida tanto laboral como personal, y perdiendo su calidad de vida.
Por esta razón es esencial acudir a un psicólogo para el tratamiento de adicciones cuanto antes, que ofrezca soluciones adecuadas, ayudando al enfermo a ir desintoxicándose y retomando su vida normal poco a poco.
¿Un psicólogo para las adicciones?
El psicólogo especializado en adicciones es el profesional al que hay que acudir en estos casos. Y cuanto antes se haga será mejor para ayudar al paciente a desengancharse.
La tarea del psicólogo en estos casos es delicada, y la terapia que ofrecen pasan por varias etapas importantes que harán que el enfermo pueda ir tomando conciencia de su problema.
Primeras sesiones
En las primeras sesiones el profesional tratará de hacer una evaluación y diagnóstico de la persona que sufre la adicción.
Además, es importante que el psicólogo ayude a la persona a entender que tiene un problema y conseguir que se comprometa con su tratamiento.
Esta no es una tarea sencilla porque, como norma general, aquellos que sufren de adicciones suelen negar la realidad de que están enfermos.
En estos casos también es importante que la familia esté comprometida y ayudarla, al ofrecerles las herramientas que necesitan, para que entiendan el problema del adicto, sus consecuencias y síntomas, y que participen en la medida de lo posible facilitando los cambios necesarios.
A medio camino de la rehabilitación
En el proceso intermedio del tratamiento, se trata de ayudar al adicto mediante poner unos objetivos que hay que ir consiguiendo, y ofrecerle las herramientas y estrategias que le pueden ayudar a lograrlo.
Es importante que el enfermo empiece a hacer cambios en su rutina, se rodee de amigos con un estilo de vida sano y pueda realizar actividades que le resulten atrayentes lejos de su adicción.
Según la persona va dejando de lado la adicción, es normal que sufra problemas como la ansiedad. En este punto, el profesional le ayudará mediante diferentes técnicas para que pueda manejar esos problemas e identificar aquellas situaciones de riesgo que pueden hacer que el adicto vuelva a caer.
También se centrará en reforzar su autoestima y desarrollar habilidades sociales y de comunicación que le permitan poner límites y que pueda enfrentarse a las posibles recaídas.
Cuando acaba el proceso de rehabilitación
El proceso de rehabilitación de una persona adicta es duro y puede durar mucho tiempo hasta que la persona se sienta cómoda y pueda enfrentarse por sí sola al mundo de nuevo.
Pero, una vez que el enfermo consigue interiorizar y poner en práctica las técnicas que el profesional le ha enseñado, podrá enfrentarse de manera eficaz a los posibles retos que pueda encontrarse en nueva vida.