Carmen Sevilla se muestra más glamurosa que nunca en el nuevo spot que protagoniza, en el que presenta su nueva fragancia “Joya”. La actriz y, desde hace un tiempo, presentadora de “Cine de barrio” se confiesa una loca de los perfumes y le entusiasma el poder ser imagen de su propia colonia. Pero lo que verdaderamente le lleva hasta la locura es la noticia de la llegada de su segundo nieto.
Con la alegría que la caracteriza, Carmen nos cuenta cómo se encuentra en estos momentos. Un momento muy bonito por la espera de ése segundo nieto, niño, de nuevo; y también por el ímpetu y fuerza que aún siente para seguir trabajando en “Cine de Barrio”, programa que le devolvió la alegría tras el fallecimiento del amor de su vida, Vicente Patuel.
– Carmen, se dice que eres una fanática de los perfumes…
– Sí (ríe). Soy una viciosa. En mi casa tengo muchísimas. No puedo salir de casa sin echarme unas gotitas de alguna colonia o perfume. Cada vez que hago un viaje, me compro una colonia donde voy (ríe).
– Esta colonia muestra a una Carmen Sevilla sofisticada, elegante,… ¿Te sientes así realmente?
– Sí. Me siento muy fashion y glamurosa. Siempre me he sentido así, y ahora cuando veo mis películas, con toda esa gente con la que he trabajado, más todavía.
– Has Presentado “Joya”, pero… ¿Cuál es la gran joya de tu vida, carmen?
Mi hijo, es mi gran joya.
– Carmen, estás en plena forma. Te hemos podido ver en la Gala FAO…
– Sí (ríe). Con el hip-hop…
– Tu pasaste por “Mira quién baila”. ¿Has podido ver esta nueva edición?
– Sí, claro.
– ¿Y tienes algún favorito?
– Sí. Un muchacho fabuloso, que baila divinamente: Manuel Bandera. Baila… ¡tela marinera! (ríe) Pero hay chicos estupendos y el torero me gusta mucho. Ortega Cano lo hace con una educación y una elegancia…
– En tu paso por el programa, ¿qué baile es el que más te gustaba?
– Me gustaban todos pero a ellos les gustaba que hiciese el hip-hop porque decían que subía la audiencia (risas). Lo hice varias veces y por ello mi médico me dijo que me tenía que operar de la espalda… (Ríe) Le dije que no porque no quería ser como la Duquesa de Alba en su sillita de ruedas.
– ¿Qué te parece la historia de amor que está viviendo la Duquesa?
– Esa mujer ha estado siempre, toda su vida, enamorada. Y cada vez que ha estado así se le ha visto relajada y tranquila, más que con sus hijos. A sus hijos se les respeta que estén con sus parejas e hijos pero a la madre se la tiene que respetar en sus decisiones, tiene que hacer su vida, solita.
– ¿Crees que la Duquesa está con Alfonso Diez para que le haga compañía en su soledad?
– Yo creo que él está para ayudarla en todo… Y, sobre todo, para hacerse compañía.
– Entonces, ¿ves bien que se casaran?
– No, casarse no me parecería bien porque pueden estar toda la vida disfrutando pero sin pasar por el altar… Este es un señor que no conozco pero me da la sensación de que está muy pendiente de ella, y eso me gusta. Yo la quiero mucho, la conocí cuando era muy jovencita y he disfrutado de ir a su Palacio…
– Tú has comentado muchas veces que no estás para enamorarte pero, ¿pretendientes sí tienes?
– (Sonríe) La verdad es que recibo muchas cartas con cosas muy amorosas y dulces.
– ¿Pero a ti te han dado muchas calabazas en tu vida?
– (Ríe) No muchas. Pero para mi lo más importante no son las calabazas sino el amor que he tenido de mi marido, Vicente, que hubiera muerto con él… El hombre más grande de mi vida.
– El amor de tu vida, que no el padre de tu hijo.
– Cierto, pero respeto y amo profundamente a Augusto Algueró, y a su mujer. Es divino por el hijo que me ha dado. Pero cuando yo conocí a mi querido Vicente han sido más de treinta años con él (sonríe).
– ¿Le recuerdas mucho?
– Sí, y lloro mucho.
– ¿También lloras por las cosas negativas que se dicen a veces de ti?
– Sí pero intento no llevarlo más allá porque ya con 78 años para qué voy a discutir… Que digan lo que digan, y que hagan lo que hagan. Si con decir de mi ganan dinero porque ése es su trabajo… pues que ganen dinero.
– ¿No te duele que lo ganen a tu costa?
– Que lo ganen. Yo no voy a ningún sitio ni voy a decir nada sobre ellos.
– Carmen, te vemos muy bien y acabas de cumplir 78 años.
– Yo estoy ya un poco chuchurría pero me da vida mi “Cine de barrio”. Yo recomiendo a la gente joven que no deje de trabajar porque eso da vida.
– Te vamos a tener en “Cine de barrio” muchos años…
– Ojalá. Si Dios quiere, sí estaré. Pero también manda la televisión. Mi trabajo es mi pasión.
– ¿Volverías a hacer algo en cine?
– No, no, no. Nunca más. Lo tengo muy claro. Ahora me apasiona más la televisión. Las películas son ahora tan diferentes de lo que yo hacía… Todo lo que hice eran co-producciones de todos los países y con todo lo que hice me quedo.
– Comentas que tu trabajo es tu pasión pero cuando apareció Vicente lo dejaste todo.
– (Sonríe) Sí. Él en aquel momento me dijo: “O tu trabajo o yo…”, y yo sin pensarlo dije: “¡Tú! Por encima de todo”. (Ríe) Con Vicente hice lo que no hice con mi primer novio, que le antepuse a una película y finalmente no nos casamos (risas).
– Buena decisión porque a lo mejor no estarías aquí, con 78 años y con la popularidad y el cariño que tienes.
– Exacto. No me arrepiento de aquello.
– Aunque el gran amor de tu vida ya no está tienes a tu hijo y a tu nieto…
– Sí, son lo más grande. (Sonríe) Y ahora en navidad viene mi segundo nieto.
– ¿Cómo es Carmen Sevilla como abuela?
– Soy muy permisiva (ríe). Le doy todo lo que quiere, ya está su padre para controlarle, pero yo le doy todo y más (sonríe).
– ¿Cómo es tu nieto?
– Es una delicia. Tiene cuatro años y me recuerda muchísimo a mi hijo cuando era chico. A ver el segundo cómo es, que tengo muchísimas ganas de verlo. (Sonríe) Será un niño…
– ¿Te gustaría que tuvieran una niña?
– Sí. Pero ya tendrán más si Dios quiere…
– Carmen, ¿hay algún momento especial que pases con tu nieto?
– (Sonríe) Hay muchos pero lo que más me gusta es cuando viene a la cama, que yo estoy echada, y se tira encima, me abraza, pega saltos,… Es una maravilla de niño.
– Sigues, como comentábamos, muy activa. ¿Piensas en algún momento retirarte y disfrutar de tu familia?
– No por ahora. Disfruto mucho de ellos ahora mismo y a mi me da mucha vida estar en activo.
