Volver a caminar sin dolor y realizar todas las actividades diarias sin limitaciones es uno de los motivos por los que muchos pacientes con problemas en las rodillas se plantean una cirugía. Un procedimiento que también genera algunas dudas. El doctor Soler responde.
Los dolores articulares causados por lesiones y el envejecimiento pueden llegar a afectar de forma importante al desarrollo de actividades cotidianas, reduciendo la calidad de vida de quienes los padecen. En el caso de las rodillas, esto puede llevar a que incluso una actividad tan natural para el ser humano como la de caminar sea casi insoportable, y en muchas ocasiones el médico recomienda sustituir la rodilla deteriorada por una prótesis.
Como es natural, someterse a una intervención siempre genera muchas dudas. Por eso, hemos contactado con el doctor Soler para que responda varias preguntas relacionadas con la cirugía de prótesis de rodilla.
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¿En qué consiste la cirugía de prótesis de rodilla?
Esta intervención consiste en reemplazar la superficie dañada de la articulación por una prótesis artificial, que suele estar fabricada en metal, plástico y cerámica. Se compone de varias piezas, que sustituyen la superficie curva de los extremos del fémur y la tibia. Entre estos dos huesos se coloca una pieza móvil, que cumple con las funciones de la rótula desgastada.
La operación se realiza con anestesia, determinando en cada caso cuál es la más adecuada para el paciente. Tras retirar los tejidos dañados, se colocan los componentes de la prótesis, y se fija al hueso con un material especial.
Después de la cirugía, se debe pasar por un proceso de recuperación que incluye algunos días en el hospital y una rehabilitación para lograr la máxima funcionalidad de la articulación.
¿Para quién está indicada esta cirugía?
La prótesis de rodilla está indicada para personas con artrosis avanzada que no responden a otros tratamientos, así como a pacientes con artritis a distintas edades, desde la artritis juvenil hasta la degenerativa.
Como norma general, se recomienda cuando el dolor y la pérdida de movilidad afectan de forma importante a la calidad de vida de quien lo padece.
¿Existen diferentes tipos de prótesis de rodilla?
Así es, y la elección de una u otra dependerá de diversos factores como la edad, el nivel de actividad o la condición física que tiene el paciente.
La prótesis puede ser parcial, que reemplaza solo una parte de la rodilla, o total, que sustituye la articulación completa cuando el daño es muy profundo.
¿Qué resultados se pueden esperar?
La mayoría de pacientes experimentan una notable mejoría después de la cirugía. Algunos de los beneficios más destacados son reducción del dolor de forma significativa, una mayor flexibilidad y movilidad de la rodilla, poder caminar más distancia y subir escaleras o una mejora en actividades cotidianas.
En definitiva, los pacientes pueden esperar una mayor calidad de vida.
¿Cuál es el proceso de recuperación?
La recuperación de una cirugía de prótesis de rodilla varía según el paciente, aunque lo habitual es estar algunos días hospitalizado y después seguir un plan de fisioterapia y rehabilitación. Durante ese proceso, se trabajarán ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, y para mejorar la movilidad de la articulación. Es fundamental seguir las indicaciones y realizar los ejercicios de forma regular para lograr los mejores resultados.
¿Hay riesgos?
Como sucede con cualquier otra intervención quirúrgica, existen algunos riesgos como infecciones, coágulos o reacciones adversas a la anestesia. No obstante, en manos expertas estas complicaciones suponen un porcentaje ínfimo. Es fundamental tener una buena comunicación e informar al cirujano sobre cualquier antecedente o problema de salud, para minimizarlos.
