Con la terapia EMDR, las personas con vivencias traumáticas pueden ayudar a su cerebro a procesar de forma más eficaz ese recuerdo, evitando que se conviertan en una molestia que cause estragos en su salud mental y en su vida.
Parece sencillo decirlo, pero llevarlo a cabo puede resultar más complicado. A lo largo de la vida, el ser humano se enfrenta a diferentes situaciones que dejan huella, y que pueden cambiar su forma de actuar y de sentir.
Algunas de esas situaciones pueden ser tan traumáticas que terminan por obstaculizar la vida de la persona de una forma tan profunda, que sea muy difícil dejar de pensar en ella como un recuerdo que no puede causarle más daño.
Es tal la magnitud del daño, que la persona acaba aferrada a esa sensación negativa, siendo un impedimento para llevar su vida normal y alterando su salud mental, transformándose en causa de ansiedad.
Las personas que padecen de este tipo de traumas, necesitan ayuda psicológica que les permita romper con esos patrones de conducta autodestructivos, y someterse a una terapia emdr en Madrid es una solución efectiva.
Terapia EMDR, sus objetivos
La terapia EMDR consiste en estimular las dos partes de las que consta el cerebro mediante el uso de señales sensoriales. Estas señales pueden ser a través del movimiento de los ojos, sonidos o toquecitos con los dedos.
Pero ¿Cómo puede ayudar a una persona con traumas el verse expuesta a estas señales sensoriales? Nuestros recuerdos pueden influir en nosotros de formas muy distintas. Como norma general, el cerebro guarda esos recuerdos y los procesa de manera que pasan a formar parte de los recuerdos guardados que se quedan ahí, sin causar daño ni dolor.
Pero hay algunas situaciones tan traumáticas que el procesamiento que hace el cerebro es erróneo y la persona sigue aferrándose a esas sensaciones negativas que el trauma le causa, llevándola a síntomas como la angustia, el miedo, la ansiedad. Un sonido, una situación parecida, un pensamiento, una comida, cualquier cosa puede despertar de nuevo la sensación de miedo y desprotección.
La terapia EMDR trata, a través de señales sensoriales inofensivas, desconectar a la persona de esos sentimientos negativos que les causa el recuerdo del trauma y cambiarlos por otros positivos de manera que el cerebro pueda procesar de forma debida el recuerdo, reduciendo los síntomas traumáticos que causan gran molestia y ayudándoles a volver a tener la sensación de seguridad y control de sus vidas.
Gracias a la terapia EMDR, los pacientes con síntomas de trauma, pueden reducir el miedo de la persona, distinguir entre lo que es un recuerdo y el ahora, conseguir que ese recuerdo traumático tenga menos peso en la vida y poder aprender a ser personas más conscientes, aumentando la autoestima y la sensación de valía de la persona.
Cómo hacer una terapia EMDR
Lo importante a la hora de someterse a una terapia EMDR, es acudir a un psicólogo experto que pueda llevar a cabo esta terapia de manera individualizada.
El proceso para que la persona pueda alcanzar la sanación completa, puede resultar duro. Por eso es importante ponerse en manos de profesionales cualificados, pues la única manera de conseguir los beneficios de someterse a esta terapia innovadora y que ya ha conseguido ayudar a muchas personas.